“Este recorte del 18,64% es el resultado de la suma de las distintas medidas de ajuste aplicadas por el Ministerio, algunas de ellas de forma injusta, como la reducción del 8,64%, aplicada ya en este año de transición a todos los agricultores sin excepción”, ha explicado. Por ello, “pedimos que se excluyera de este recorte a los perceptores que cobran menos de 5.000 euros, como permite la normativa europea, para que el ajuste fuera más equitativo, pero se nos negó”.
A este 8,64% hay que sumar la reducción del 10% por el nuevo diseño del modelo de las ayudas, ha añadido. De este 10%, un 6% se corresponde con el desacoplamiento y las nuevas ayudas asociadas aplicado por el Ministerio, mientras que un 2% se destina a un fondo para ayudas a los jóvenes agricultores y un 1,65% se debe a la reducción del presupuesto de la PAC, ha detallado la consejera.
Críticas por el rechazo a las ayudas al olivar en pendiente
Asimismo, ha lamentado que, “una vez más, el Ministerio ha ignorado las propuestas realizadas por Andalucía sobre las ayudas asociadas o acopladas, donde hay un verdadero perjuicio para nuestra Comunidad autónoma”. Definitivamente, no se ha aceptado incluir en estas ayudas a sectores como el olivar en pendiente, la uva pasa o el trigo duro, “de un significado especial en Andalucía y que cumplen los requisitos que marca la Unión Europea para percibir las acopladas, es decir, que sean cultivos de baja rentabilidad y en riesgo de abandono”, ha aseverado.
A ello se suma que el modelo adoptado para las ayudas acopladas se distribuye de una forma que “perjudica a los sectores andaluces frente a los de otras comunidades”, ha subrayado la consejera, que ha destacado algunos ejemplos como el de la remolacha, un cultivo en el que la ayuda se aplicará por volumen de producción y no por la rentabilidad de los cultivos, como ocurría hasta ahora. O el ovino de carne, que ya no tendrá un trato diferenciado como hasta ahora respecto al de la leche, cuando es menos rentable y es, precisamente, el que más peso tiene en Andalucía.
En ganadería se ayuda más a la de montañay se olvida del modelo andaluz
En el caso del vacuno de leche, el Ministerio ha decidido priorizar con más cuantías de ayudas el de montaña, de forma que el 39% del presupuesto irá a la Cornisa Cantábrica y el 61% restante se lo repartirán las demás comunidades autónomas, sin tener en cuenta la especificidad de Andalucía, donde las producciones se dan en zonas áridas, ha detallado.
Otro aspecto que preocupa a Andalucía es la “degresividad”; por ello, tal y como ha explicado Elena Víboras durante la Mesa de Interlocución Agraria, “desde la Junta solicitamos una reducción del 30% en las ayudas a los beneficiarios de la PAC que cobran por encima de 150.000 euros porque sus explotaciones no tienen problemas de productividad; sin embargo, el Ministerio ha optado por aplicar sólo el mínimo del 5% que exige el Reglamento Europeo”. La propuesta andaluza era de aplicar una reducción del 30% para destinar el dinero resultante a los programas de desarrollo rural, ha recordado.
“Lamentamos que la aplicación de la PAC diseñada por el Ministerio no contemple medidas que favorezcan a las pequeñas y medianas explotaciones”; por este motivo, desde Andalucía hemos pedido que se cree un grupo de trabajo de alto nivel para evaluar la aplicación del Pago Redistributivo, una modulación de las ayudas en función de la superficie, para beneficiar a las pequeñas explotaciones. La consejera ha considerado que “se trata de una medida imprescindible después de que el Ministerio decidiera, el pasado mes de febrero, no eximir a las explotaciones que perciben menos de 5.000 euros de la reducción del valor de derechos de Pago Único”.