Fruto de esta colaboración, el equipo técnico de este enclave natural y los GDR han completado el borrador del documento base del nuevo PDS, que servirá de punto de partida para la próxima reunión de este grupo de trabajo. Según Planas, el nuevo Plan se caracterizará por recoger las acciones de desarrollo sostenible a escala de todo el territorio rural y por acotar el ámbito temático de actuación del mismo.
Para el titular de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente la gestión de este espacio supone un plus de exigencia, ya que en él se entrecruzan intereses de todo tipo, de conservación, prioritarios para la preservación del parque, pero también de desarrollo económico, empresarial y de sensibilidad social.
En el Consejo de Participación se ha dado a conocer la memoria de las actividades realizadas durante 2012. En este sentido destaca la adhesión a la Carta Europea de Turismo Sostenible de 12 nuevas empresas y la renovación de otras 14. En ese mismo año se contabilizaron un total de 23 empresa con la Marca Parque Natural y se registraron 680.000 visitas a las instalaciones de uso público de este espacio natural, cifra similar a la de 2011.
En la reunión se ha informado también de los trabajos de investigación que se desarrollan en este espacio natural sobre el cambio climático. La posición geoestratégica de este enclave natural en el Mediterráneo, al sur de Europa y al norte de África, y su singular carácter montañoso le hacen ser especialmente sensible a los procesos de cambio global (entre los que se incluye el cambio climático), lo que ofrece una oportunidad única para estudiar las consecuencias de estos fenómenos.
A través de su Observatorio de Cambio Global, la gestión de Sierra Nevada presta especial atención al ensayo y desarrollo de medidas para la adaptación de los hábitats a los impactos provocados por este fenómeno, así como para mitigar los efectos sobre el aprovechamiento de los recursos naturales. En este aspecto, Sierra Nevada se encuentra en una situación privilegiada, puesto que en su entorno se han empezado a aplicar proyectos a partir de los resultados obtenidos con el programa de seguimiento y con las diferentes líneas de investigación aplicada.
Sierra Nevada fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1986. Tres años después, el Gobierno andaluz protegió el territorio como parque natural y en 1999 sus zonas de mayor valor ecológico, en torno al núcleo de las altas cumbres, se incorporaron a la Red de Parques Nacionales. Este espacio natural fue seleccionado por la Unesco como ejemplo de buenas prácticas ante el cambio climático.