Una vez concluida la siembra del cultivo del ajo que se realiza a lo largo del mes de otoño y se recolecta en primavera, Andalucía va a ser la región que ha registrado el mayor descenso de superficie sembrada de ajo en esta última campaña con un -13,2%. Sin embargo, parece que la superficie sembrada en la provincia de Córdoba va a ser similar a la del año anterior, que fue muy baja a pesar de que se podían esperar mejores perspectivas por las lluvias de primavera y otoño.
El presidente de la Sectorial del Ajo de Asaja Córdoba, Miguel del Pino, ha destacado que ya el año pasado la superficie sembrada menguó en más de un 50 por ciento respecto a la temporada anterior, quedándose muy por debajo del millar de hectáreas, una cifra que contrasta con las 2.000 que se han venido registrando en las últimas temporadas y que se encuentra muy lejos de las 9.000 hectáreas que se alcanzaron en las décadas de los 80 y de los 90 del pasado siglo.
Este año, la situación agronómica se presentaba distinta por las lluvias registradas tanto en primavera como en otoño. Sin embargo, “no supondrá un incremento elevado del área cultivada debido a que los agricultores no han tenido certeza de tener agua cuando se empezó a preparar el terreno en septiembre”, ya que las precipitaciones llegaron a partir de octubre, y el embalse de Iznájar, de referencia para la comunidad del Genil-Cabra, que es donde se concentran la mayoría de las fincas ajeras, se encuentra a unos niveles similares a los del año pasado.
Hay que tener en cuenta la fuerte inversión que requiere este cultivo –añadió– que puede rondar entre los 12.000 y los 13.000 euros, por lo que “se puede perder mucho dinero si el productor no tiene la certeza de contar con agua suficiente”, de modo que la superficie cultivada esta vez es muy similar a la del año pasado o, apenas, un 10% más, y el desarrollo del cultivo dependerá de las lluvias de primavera, según explica el también vicepresidente de la Mesa Nacional del Ajo.
LOS PROBLEMAS: FALTA DE RENTABILIDAD, DIFICULTADES PARA ENCONTRAR MANO DE OBRA O EL INCREMENTO DEL COSTE DEL ARRENDAMIENTO DE TIERRAS
Del Pino junto con otros ajeros de la sectorial de Asaja Córdoba participó hace algunas semanas en la Mesa Nacional del Ajo que celebró su asamblea en Chinchón (Madrid), donde se analizó la situación de la campaña y previsión de siembras a nivel nacional de la próxima campaña, donde se determinó un descenso de la superficie de cultivo de ajo en España en un -8% respecto a la campaña anterior, siendo el descenso acumulado en las tres últimas campañas del -23%. Andalucía es la región que ha registrado el mayor descenso de superficie sembrada en esta última campaña con un -13,2%.
Entre las causas principales de la reducción de la superficie sembrada, la Mesa del Ajo apuntó a la falta de rentabilidad para el agricultor, las dificultades que tiene para encontrar mano de obra, el incremento del coste del arrendamiento de tierras, la limitación de acceso al agua y la pérdida de herramientas de control fitosanitario; inconvenientes que, consideran, repercuten en la pérdida de competitividad del producto.
Cabe recordar que el cultivo del ajo es muy importante en la provincia de Córdoba, fundamentalmente en algunos municipios del sur de la provincia, donde se generan grandes volúmenes de empleo en localidades como Santaella y se contabilizan casi dos decenas de industrias, de las que, alrededor de la mitad, tiene su sede social en el término municipal de Montalbán.