La Junta de Andalucía ha concluido en un estudio homologado la eficiencia del sistema de Producción Integrada para reducir la huella de carbono de la fibra de algodón andaluza. Estos datos, presentados en el aforo de algodón presidido por el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Junta de Andalucía, Manuel Gómez, se desprenden de la campaña de cultivo 2021 y su desmotado de septiembre a noviembre de 2021.

El estudio de cálculo de la Huella de Carbono de Producto (HCP) para la fibra de algodón desmotado en Andalucia y cultivado bajo el sistema de Producción Integrada, ha sido realizado por la empresa OMAWA Huella Ecológica y ha sido elaborado siguiendo la norma ISO 14067:2019.

Para ello, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha contado con la colaboración de la Interprofesional Andaluza del Algodón, las Cooperativas Marismas de Lebrija y Mancera, SCA, así como la desmotadora Indes.

Tal y como ha explicado el secretario general, “este estudio se enmarca en la política de la Consejería encaminada a destacar la sostenibilidad del campo andaluz, así como poner en valor la eficiencia y las buenas prácticas que llevan a cabo los agricultores andaluces y la industria desmotadora asociada”.

Así, el estudio destaca la eficiencia del sistema de Producción Integrada como modelo de buenas prácticas agrícolas que redundan en una importante reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Gómez ha señalado que, “con el avance del cambio climático, se hace más necesario que nunca conocer y contralar las emisiones que un producto genera durante su cadena de producción y precisamente eso es lo que hemos hecho con la fibra del algodón”. Por todo ello, se ha puesto en marcha este proyecto de verificación de la Huella de Carbono de Producto de la fibra de algodón andaluz.

Uno de los datos más significativos es que la huella de carbono de un kilo de fibra de algodón es solo de 0,321 kg de dióxido de carbono equivalente, mientras que los valores medios que encontramos en las bases de datos internacionales son de 0,682 kg de dióxido de carbono, más del doble.

BUENAS PRÁCTICAS PARA MINIMIZAR LA HUELLA

El estudio identifica como las emisiones asociadas a la fabricación de los fertilizantes, así como su empleo en el cultivo representan cerca del 50% de las emisiones calculadas. Sin embargo, el trabajo también señala como una serie de buenas prácticas que se llevan a cabo en el sistema de Producción Integrada minimizan la huella de carbono del producto.

En ese sentido, caben destacar, la utilización de maquinaria nueva, la eficiencia en el sistema de riego y la aplicación de fertilizantes o la cercanía de las parcelas de cultivo a los centros de desmotado reducen la huella respecto a otros sistemas de cultivo de algodón.

En definitiva, tal y como ha sostenido el secretario general de agricultura, “es un dato muy a favor del algodón y una noticia muy positiva para el sector industrial de cara a la comercialización del cultivo en el mercado exterior, por lo que seguiremos trabajando en esta línea para posicionar al sector algodonero andaluz como uno de los más sostenibles e importantes a nivel europeo y mundial”.

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