La consejera andaluza de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha mantenido una reunión con representantes del sector vitivinícola para analizar la situación generada por el Covid-19 y cómo ha afectado a la producción y comercialización. Em la misma, ha dejado claro que Andalucía apuesta por la destilación para su uso en los productos tradicionales como son los vinos fuertes, es decir, la destilación de alcohol para uso de boca, frente a la vendimia en verde o el almacenamiento.
En Andalucía la viticultura tiene importantes raíces históricas y está profundamente ligada a la cultura europea. La producción está muy regulada y orientada al vino de calidad, por lo que está totalmente asociada a la tierra y a la zona de cultivo. Aunque hay viñedos en todas las provincias de la comunidad, las principales productoras son Cádiz, Córdoba, Huelva, Granada y Málaga y es en estas provincias donde se ubican las denominaciones de origen. La declaración del estado de alarma, el consiguiente cierre del canal Horeca y la suspensión de las fiestas tradicionales ha generado una situación de pérdidas que requiere la apertura de nuevos mercados internacionales.
El Gobierno andaluz se ha comprometido a explorar la medida 5 del Programa de Desarrollo Rural (PDR), que hace referencia a la reconstrucción del potencial de producción agrícola dañado por desastres naturales y catástrofes e implantación de medidas preventivas adecuadas, para analizar la posibilidad de conceder algún tipo de ayuda al sector. Se trata de posibilitar las inversiones necesarias para restaurar el potencial de producción, por ello la consejería va a evaluar otros fondos europeos para buscar la vía de arbitrar ayudas de las que se puedan beneficiar los productores de vino.
La destilación como mecanismo de mercado frente a la vendimia en verde o el almacenamiento
Fruto de este encuentro, Junta y representantes del sector vitivinícola han coincidido en la necesidad de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación pida a Bruselas que retome el diálogo con Rusia para tratar de reabrir el mercado a los productos agroalimentarios europeos, como medida para paliar el impacto del coronavirus sobre el sector.
Y, sobre todo, que desde el Gobierno de España se continúe presionando a la Unión Europea (UE) para acabar con los aranceles intensificando las conversaciones diplomáticas, para solucionar los conflictos generados por el Brexit ahora más que nunca y para abrir mercados internacionales emergentes como el chino, todo ellos sin renunciar al principio de Preferencia Comunitaria para favorecer las producciones propias y potenciar la promoción.
Por otro lado, desde la consejería se va a responder a la consulta realizada por el ministro Luis Planas a las comunidades autónomas durante la última Conferencia Sectorial de Agricultura sobre el mecanismo de regulación de mercado preferente en el sector del vino. Andalucía se decanta por la destilación para su uso en los productos tradicionales como son los vinos fuertes, es decir, la destilación de alcohol para uso de boca, frente al corte en verde o el almacenamiento.
Esta propuesta se puede ampliar destilando vinos de baja calidad para hospitales y farmacias, que estan escasos de este producto.