Cambios normativos, barreras no arancelarias y acuerdos preferenciales de Reino Unido con potencias agrícolas competidoras de España son algunos de los riesgos del Brexit, junto a inflación, impacto de la devaluación de la libra o las dudas sobre si Londres reconocerá las denominaciones de origen, aunque inicialmente no debería afetar a la PAC actual hasta 2020.
Así lo han expuesto los expertos que han intervenido este martes 26 en la jornada Brexit y sector Agroalimentario: necesaria proactividad, organizada en Madrid por la consultora Vinces, en colaboración con FIAB y CEOE.
Para el Ministerio de Agricultura el Brexit no debe afectar al período actual de la PAC, que concluye en 2020
España exporta productos agroalimentarios a Reino Unido por 4.000 millones de euros, el 10% del total, pero las empresas temen riesgos derivados del Brexit y una posible subida de costes.
El director general de producciones y mercados agrarios, Fernando Miranda, ha explicado que al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) le preocupa todo lo que tiene que ver con el sector de la pesca y con el acuerdo financiero en lo que pueda afectar a la Política Agraria Común (PAC). En este sentido, Miranda ha señalado que entiende que el Brexit no debe afectar al período actual, que concluye en 2020.
Ha recordado, además, que hay empresas hortofrutícolas españolas que operan en Reino Unido, que necesitan de mano de obra extranjera para seguir adelante, y podrían verse afectadas, así como entidades agroalimentarias españolas con participación de capital de firmas británicas.
Miranda ha confiado en que la relación futura «sea lo menos perturbadora» para el comercio, teniendo en cuenta que Reino Unido será «un tercer país» para la Unión Europea (UE) y «las cosas no serán como hasta ahora»; entre otros aspectos, Londres ha manifestado que no quiere participar del mercado único, ni de la unión aduanera.
Preocupan la imposición de derechos aduaneros que afecten a las exportaciones, barreras no arancelarias y legislaciones
Por su parte, el director general de la FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha valorado que el sector agroalimentario español tiene un superávit comercial de 2.500 millones de euros con Reino Unido, con vino, aceite y carne de cerdo como principales referencias, y se importan bebidas espirituosas, trigo, crustáceos o cebada.
Entre la incertidumbre y los riesgos del Brexit, García de Quevedo ha referido a la imposición de derechos aduaneros que afecten a las exportaciones, barreras no arancelarias y legislaciones que ya no serán convergentes con las de la UE -sanitarias, fitosanitarias o de etiquetado nutricional, por ejemplo- y las restricciones presupuestarias que acarreará a la Política Agraria Común (PAC).
A su juicio, cuando concluyan las negociaciones, debe haber un período largo de «desenganche» para no perjudicar a las empresas.
Temor a que se puedan ralentizar exportaciones tras la desconexión, lo que afectará a perecederos como frutas y hortalizas
El fundador de GM&Co, José Miguel Flavián, ha indicado que Reino Unido importa entre el 40 y el 60 % de los alimentos que consume -gastan unos 200.000 millones de libras- y el 20 % de las exportaciones agroalimentarias españolas se dirigen a un destino que valora muy bien los vinos, el aceite de oliva o los embutidos.
Entre los escenarios de los riesgos del Brexit para España, Flavián ha señalado que pueden producirse «colas en frontera» que puedan ralentizar exportaciones tras la desconexión -lo que es una debilidad para perecederos como frutas y hortalizas- e incluso causar desabastecimiento en momentos puntuales, además de provocar dudas sobre cambios legislativos.
Por su parte, Londres podría primar en el futuro acuerdos comerciales que perjudiquen a las exportaciones españoles en beneficio de vinos o corderos de Australia o Nueva Zelanda, ternera o pollo de EEUU, o frutas y verduras de Marruecos o Egipto.
La devaluación de la libra y las dudas sobre si Reino Unido respetará las denominaciones de origen son efectos añadidos.
El director del Departamento de Empresas y Organizaciones Asociadas de CEOE, Javier Calderón, ha destacado que actualmente las relaciones bilaterales son muy fluidas e intensas, aunque reconoce las «incertidumbres» que se generan por la desconexión británica.
María de la Concepción de Santa Ana (GPP) ha subrayado las grandes dudas, más allá de los «discursos» actuales, valora la unidad de los países de la UE en la negociación y pide que se busquen nuevas oportunidades estratégicas.
Desde el Grupo parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Sonia Farré ha hecho hincapié en que se respeten los derechos de los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido.
Fernando Maura, del Grupo parlamentario Ciudadanos, ha resaltado que «no hay nada concreto» aún sobre el Brexit y las «enormes distancias» que hay entre las posiciones de los negociadores, aunque Reino Unido reconoce ya que tendrá que «pagar un cheque» a la UE (la la propia Theresa May baraja 20.000 millones de euros).
Los expertos han coincidido en la jornada para analizar los riesgos del Brexit que esperan que sea «blando», aunque son conscientes de que traerá grandes cambios a la industria alimentaria, que tendrá que replantearse estrategias.