17/10/2011.- La presidenta de la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) de Ávila, Maite Resina, en el Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebra el 15 de octubre, reclamó a los partidos políticos que concurren a las próximas elecciones generales un apoyo decidido a la mujer rural, con políticas ventajosas que faciliten su incorporación al sector agrícola y ganadero, más ayudas y exenciones fiscales, facilidades en el acceso a la financiación y beneficios como cotizantes a la Seguridad Social.
“Las mujeres garantizan la vida en los pueblos y la supervivencia de numerosas explotaciones agrarias”, ha apuntado Resina, antes de exigir a las formaciones políticas que concurren a los próximos comicios que incluyan en sus programas propuestas dirigidas a la promoción de la mujer en el mundo rural y a su equiparación con las del medio urbano.
“Sin la mujer no hay medio rural”, señaló, antes de recordar que la defensa de la mujer también supone trabajar por la agricultura y ganadería en el medio rural.
AMFAR, integrada en ASAJA, entiende que la mujer es clave en el mundo rural, fundamental, ha apuntado Resina, para la dinamización económica y “ahora más que nunca hay que apostar por las mujeres rurales a través de la formación, la cualificación y las nuevas tecnologías”. Medidas que permitirían a las mujeres y a los jóvenes crear riqueza con la puesta en marcha de pequeñas y medianas empresas que generen empleo y fijen población.
Además, la presidenta de AMFAR-Ávila propone invertir en servicios sociales, infraestructuras y transportes. Unas inversiones que permitirán la igualdad de oportunidades y que las mujeres puedan desempeñar su realización personal y profesional.
Todo ello, ha recalcado la presidenta de AMFAR, sin olvidar la conciliación de la vida personal y laboral de las mujeres rurales. “Hay que invertir en el mundo rural, en centros de día, en guarderías, en residencias de mayores, y apostar por la corresponsabilidad de los varones en las tareas domésticas”.
Otra de las reivindicaciones históricas de AMFAR es la apuesta por la participación de las mujeres en la toma de decisiones, para que su propia problemática sea tratada desde los ayuntamientos, las cooperativas, y las organizaciones agrarias y financieras.
Se trata de una realidad que convierte a las mujeres en el eje fundamental del desarrollo rural sostenible porque, según ha indicado, “de ellas depende la supervivencia de nuestras zonas rurales. Un pueblo sin mujeres se muere y por ello las administraciones públicas deben adquirir el compromiso de invertir y cuidar nuestro mundo rural”.