La presidenta de AMFAR, Lola Merino, ha recalcado que las mujeres y las explotaciones de titularidad compartida tendrán prioridad si el crédito de 10 millones de euros asignado a este capítulo de ayudas fuera insuficiente para atender todas las solicitudes, y que en cualquier caso, la ayuda máxima a la primera instalación por explotación nunca podrá superar la cuantía de 40.000 euros.
Sensibilidad regional con las mujeres rurales
“Nos satisface comprobar que el Gobierno regional ha sido sensible con las mujeres rurales de Castilla-La Mancha teniéndolas en cuenta a la hora de otorgar unas ayudas que son esenciales para la incorporación de mujeres y jóvenes a un sector estratégico para la región, como es el sector agrario”, afirma Merino.
La presidenta de AMFAR destaca que en 2013, fueron en torno a 120.000 los perceptores que recibieron ayudas directas de la PAC en Castilla-La Mancha, de los que solo el 34 por ciento eran mujeres y el 0,3 tenían menos de 25 años.
“El sector agrario va acogiendo mayor presencia femenina, pero debemos implicarnos más para garantizar su futuro, ya que sólo el 0,3% de las mujeres que trabajan en el campo son menores de 25 años”, señala.
Precisamente el relevo generacional es el objetivo que persigue esta convocatoria. Un tema que preocupa no sólo en España, sino también en el resto de países de la Unión Europea, ha señalado Merino. Y es que según cifras de la Comisión Europea de 2010, sólo un 5% de los agricultores españoles tiene menos de 35 años, mientras que el 55% es mayor de 55 años, “sin olvidar que para 2020 hay previstas 4,5 millones de jubilaciones en el campo europeo".