La Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones y Contenidos Digitales (Ametic) ha creado el grupo «Smart Agro», convencida de que España cuenta con las condiciones idóneas para el desarrollo industrial de las TIC agrarias y agroalimentarias con alcance internacional.
El presidente de este grupo de trabajo de reciente creación, Jose Luis Molina, asegura, en una entrevista con Efeagro, que «contamos con un sector productivo agroalimentario potente, competitivo y fuerte en el mundo; una oportunidad excelente para desarrollar una industria auxiliar agraria en torno a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)».
«Smart Agro» se crea para abarcar esta transformación digital desde todos los eslabones de la cadena agroalimentaria
Para el director de servicios y contenidos digitales e I+D+i de Ametic, Juan Gascón, «España tiene la capacidad, sin complejos, de desarrollar tecnologías disruptivas muy sofisticadas» para el agroalimentario, un sector con un peso significativo en la economía.
«Smart Agro» se crea para abarcar esta transformación digital desde todos los eslabones de la cadena agroalimentaria: producción, transformación, distribución y comercialización, así como desde la actividad de los centros de I+D+i centrados en este sector.
La digitalización permite dotar de mayor certidumbre la producción agrícola y que la industria adapte mejor las producciones al mercado.
La industria agroalimentaria, recuerda Molina, genera una facturación agregada de 93.200 millones de euros (2014).
Molina se muestra convencido de que España será referente mundial en tecnología agraria, «tenemos capacidades, pero tenemos que acabar de creérnoslo y apostar por el desarrollo de esta industria auxiliar» y, aunque ya hay empresas de tecnología agraria que exportan sus TIC, hay que seguir sumando, mirar hacia fuera e invertir en este sector.
La tecnología avanza y, en los próximos años, producirá unos efectos que «van a sorprender a todos», a juicio de Gascón, de ahí que Ametic considere clave que el sector tecnológico analice, junto al agroalimentario, los problemas, retos y cambios a los que se enfrentará este sector, para que, con la aplicación de soluciones innovadoras, continúe entre los primeros del mercado.
«estamos ante una oportunidad enorme para generar una industria muy competitiva que viene a mejorar, no a cambiar al sector»
El próximo 11 de octubre, en Don Benito (Badajoz), Ametic inicia, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y las autonomías, una ronda que le llevará por distintas comunidades para conectar la oferta y demanda, generar un servicio especializado de proyectos de I+D+i, y crear oportunidades y proyectos tractores, entre otros objetivos.
Según plantean, con la creación conjunta entre el usuario final y los facilitadores tecnológicos se pueden identificar los retos en cada comunidad autónoma para generar nuevas líneas estratégicas en materia de políticas públicas, que den lugar a nuevos productos, servicios, aplicaciones y modelos de negocio.
En este sentido, Gascón insiste en que «estamos ante una oportunidad enorme para generar una industria muy competitiva que viene a mejorar, no a cambiar (al sector). Venimos para diferenciar la producción.»
«No podemos competir con aquellos países que producen lo mismo más barato, pero sí podemos buscar factores de diferenciación», que aporten valor añadido, a través de la tecnología, afirma.
Además, en su opinión, «hay una oportunidad enorme de llevar la transformación digital en clave de desarrollo industrial y de empleo», una oportunidad adicional para la innovación y el desarrollo de un ecosistema de empresas y nuevos servicios en el sector agro.
Molina hace hincapié, además, en que «no somos unos recién llegados al sector», por ello «debemos mejorar nuestro posicionamiento en tecnología para el agro y convertirnos en un país de referencia; tenemos los mimbres para ello.»
Es «muy importante», recalca, entender la problemática del sector y sus ciclos, realizar proyectos demostradores y apostar por el sector a largo plazo y no de forma «oportunista y con prejuicio de estar tratando con un sector atrasado».
Desde el ámbito de la oferta tecnológica «debemos entender bien el sector y ofrecer soluciones y productos adaptados a sus necesidades. Dispuestos a invertir en demostrar lo que aporta la tecnología», concluye
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