Los cultivadores de algodón andaluz, muy concentrados en el Valle del Guadalquivir, constatan una mejoría de la rentabilidad de la fibra y abordan nuevos proyectos, como la creación de una Interprofesional y una IGP.
En el pasado mes de abril se generalizaban las siembras de este algodón andaluz, pero hubo que replantar muchas fincas después por las lluvias sufridas durante la temporada; actualmente el desarrollo vegetativo es bueno y comienza la recta final para que el algodón pueda recogerse a partir de septiembre, explican desde las organizaciones agrarias.
una campaña será “normal” en producción, similar o ligeramente superior al ejercicio pasado
El responsable de algodón de Asaja-Sevilla y miembro del Grupo de Diálogo Civil de Cultivos Arables de la Unión Europea -antiguo Comité Consultivo-, Emilio Gutiérrez, destaca que una parte de las tierras, afectadas por intensas lluvias en abril y mayo, tuvieron que resembrarse y acumularon un retraso vegetativo significativo.
Sin embargo, las altas temperaturas posteriores permitieron recuperarse al algodón hasta el punto de que ahora el desarrollo es “bastante bueno” y está libre de plagas, con carácter general, señala Gutiérrez; si el tiempo acompaña, a mediados de septiembre podría empezar a recogerse el algodón y la campaña será “normal” en producción, similar o ligeramente superior al ejercicio pasado.
Valora, además, la recuperación de los precios internacionales porque, por segundo año consecutivo, el consumo mundial podría superar a la producción y aligerar los elevados stocks que se habían estado generando en los últimos cinco años.
Según explica, se han realizado operaciones “de futuros” en torno a 48-50 céntimos, frente a los 43-45 del año pasado; a falta de datos oficiales, Asaja-Sevilla estima entre 63.000 y 65.000 las hectáreas sembradas este año de algodón, que podrían arrojar una cosecha de 180.000 toneladas.
los agricultores están muy expectantes para detectar si llega el “gusano rosado”, una de las plagas más dañinas
El presidente del Grupo de Trabajo de Algodón del COPA-Cogeca y responsable del sector de COAG, José Luis Ibáñez, también constata la diferente evolución del cultivo, con estados fenológicos distintos en función de si fue afectado o no por las lluvias.
En el área de Jerez de la Frontera (Cádiz), las plantas “van muy retrasadas” y “están con las primeras cápsulas”, lo que contrasta con otras zonas más adelantadas del Valle del Guadalquivir. Ibáñez apunta la incidencia de “araña roja” en algunas parcelas y la ausencia de “heliothis”, aunque los agricultores están muy expectantes para detectar si llega el “gusano rosado”, una de las plagas con potencial para afectar de forma brusca a la producción.
Por su parte, el secretario general de UPA-Andalucía, Miguel Cobos, resalta que, de las aproximadamente 62.000 hectáreas sembradas en España, las mayores extensiones se sitúan en provincias como Sevilla -entre 35.000 y 37.000 has-; Cádiz (8.000-10.000 has); Córdoba (unas 6.000 has) y Jaén (entre 5.000-6.000 has), mientras que una parte testimonial corresponde a la Región de Murcia.
miedo ante el ttip, ya que el sector español no podría competir con las grandes explotaciones americanas
Cobos especifica que los precios son “razonables”, mejores que en años anteriores, y se han realizado contratos en el mercado de futuros a 50 céntimos de euro por kilo de algodón bruto.
Entre las incertidumbres, UPA-Andalucía teme al futuro tratado de libre comercio que la UE negocia con EEUU porque sería perjudicial para la agricultura en general y para el algodón en particular. A su juicio, el sector español no podría competir con las grandes explotaciones americanas, más mecanizadas y con cultivos transgénicas, y con menores restricciones en el uso de agroquímicos respecto al modelo europeo, más garantista.
Entre los proyectos en los que trabaja el sector, destaca la reciente creación de una asociación -que será el germen de la futura interprofesional- que tendrá, entre sus objetivos, el registro del defoliante “tidiazurón” -su uso está autorizado sólo de forma excepcional y transitoria-, crear una Indicación Geográfica Protegida y un sello para el algodón sostenible y la promoción.
A la asociación, ya registrada, se han adherido las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA; las asociaciones de desmotadoras AEDA y Adesur, y la algodonera Blanca Paloma, por lo que la nueva Interprofesional está más cerca, según fuentes del sector.