El sector de los aceites de oliva quiere que la revolución experimentada en los últimos años llegue también desde el punto de vista de la semántica para que sus definiciones no den lugar a confusión y se le llame por su correcto nombre, como al pan, pan; al vino, vino; y a los aceites de oliva, aceites de oliva.
Así se lo ha propuesto el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Jaén y presidente del Consejo Económico y Social (CES) de la provincia jiennense, Manuel Parras Rosa, quien abandera esta iniciativa para reivindicar ante la Real Academia Española (RAE) el cambio de definiciones y unas denominaciones más correctas para los diferentes tipos de aceites de oliva existentes en el mercado.
Cosideran que la Real Academia Española no recoge corectamente lo que son los aceites de oliva
Por eso ha impulsado desde Jaén, la capital mundial del aceite de oliva, esta demanda y ha retomado la iniciativa que a lo largo de esta próxima semana va a analizar la Comisión de Agricultura del CES provincial con el objetivo de ganar adhesiones sociales y respaldar su petición que considera justa y de sentido común para que la RAE la haga suya y proceda al cambio de las definiciones.
Hace ya más de dos años la Universidad y el Consejo Económico y Social de la provincia de Jaén remitieron un escrito al director de la RAE por entender que la máxima institución de la lengua española no recogía todas las categorías de los aceites de oliva que se pueden encontrar en el mercado y las que recoge no las define correctamente.
La misiva se hacía eco de que uno de los retos que tiene el sector es que los consumidores distingan entre los distintos aceites de oliva y sus elementos diferenciales que se pueden encontrar en el mercado minorista de los aceites envasados: aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen y aceite de oliva.
«Hay como una especie de jungla semántica» en relación con las denominaciones de los aceites de oliva, ha declarado en varias ocasiones el catedrático Parras y exrector de la Universidad de Jaén, quien considera que esta situación perjudica especialmente a los aceites de mayor calidad, además de que discrepa con las definiciones de la RAE por entender que inducen a error y a confusión.
La RAE contestó que no va a modificar «por el momento» las definiciones actuales de los aceites de oliva
Por ello, adjuntó en el escrito remitido las definiciones de los aceites de oliva vigentes en la Unión Europea, así como unas descripciones más asequibles para que los ciudadanos entiendan de manera más precisa y correcta qué es el aceite de oliva virgen extra, el aceite de oliva virgen, el aceite de oliva lampante, el aceite de oliva refinado y el aceite de oliva.
Y pese a ello, la RAE contestó que no va a modificar «por el momento» las definiciones actuales de los aceites de oliva argumentando como una de las razones para esta negativa que las definiciones que se proponían eran demasiado técnicas, respuesta con la que discrepa abiertamente Manuel Parras.
No satisfecho con ello propuso seguir insistiendo ante la RAE, por lo que ahora va a plantear esta semana a los integrantes de la comisión de Agricultura del CES de la provincia de Jaén que todos los estamentos que conforman el sector oleícola se sumen a esta iniciativa para demandar a la RAE que dé luz verde al cambio de definiciones de los aceites de oliva.
Y ello con el objetivo de que la Real Academia Española actualice las definiciones de los aceites de oliva y continúe siendo una fuente fiable de información para los ciudadanos al definir de manera más correcta la principal y más importante grasa vegetal: los aceites de oliva.