Agropanorama.- Con un mercado de semillas de alfalfa cada vez más demandante y exigente, el INTA San Juan innovó en el desarrollo y aumento de la producción. Un estudio muestra que la reducción de la lámina de riego generó un aumento del 130% en el rendimiento.

Mónica Ruiz, especialista en fisiología vegetal, salinidad y estrés hídrico del INTA San Juan, expresó que la evaluación del “efecto del estrés hídrico durante la formación del botón floral se realizó para determinar la relación que tiene el agua sobre dos parámetros importantes: rendimiento y calidad”.

La reducción de la lámina de riego aplicada en alfalfa durante la formación del botón floral generó un aumento significativo sobre las variables de rendimiento: número de flores y de vainas, lo que reflejó un incremento de semillas por unidad de superficie.

“Cuando iniciamos la investigación partimos de una premisa fundamental en la fisiología de las plantas: cuando la humedad es limitada los vegetales producen un mayor número de descendientes, es decir, más cantidad de semillas”, señaló Ruiz.

La producción de semilla de alfalfa en la Argentina era considerada como subproducto de la producción forrajera. Sin embargo, en la última década se desarrolló un mercado importante que demanda calidad.

Carlos Parera, especialista en estrés hídrico vegetal y actual director del Centro Regional del INTA Mendoza-San Juan, indicó que en la actualidad se consumen más de 7.000 toneladas anuales de las cuales sólo un 25% es producido localmente y el resto se importa. “Esta investigación se enfocó, además, en aumentar los beneficios económicos del cultivo mediante el uso eficiente del agua de riego”.

Una investigación clara como el agua

Ruiz explicó que en el ensayo se utilizó la variedad Monarca SP INTA. La siembra se realizó en líneas de 40 metros de longitud a 83 centímetros de separación, con un sistema de riego por goteo superficial. “Se aplicó una lámina de riego reducida en un 30%, 70% y 90 %, en dos momentos del ciclo del cultivo: 15 y 5 días antes del inicio de la formación del botón floral. Luego se evaluó el número de flores, vainas producidas por racimo y el rendimiento de semillas”.

Según Parera, “la reducción de la lámina de agua al 70% significó un aumento del 26% del total de flores producidas y un 58% más de vainas por racimo, lo que se traduce en un incremento del 130% en el rendimiento total de semillas”.

La especialista en fisiología vegetal resaltó que “las semillas obtenidas de la investigación no mostraron diferencia en la calidad física y tuvieron igual poder y velocidad de germinación que las comerciales”.

Esta investigación formó parte del trabajo final de Cristian Albors –estudiante de agronomía– y se realizó bajo la dirección de Carlos Parera y Mónica Ruiz –investigadores del INTA– y docentes de la Universidad Nacional de San Juan.

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