En total, son 1,5 millones de hectáreas, que se elevan a 1,7 millones si se suman también las tierras desforestadas con cobertura de especies de árboles nativos de hasta un 20 por ciento de la superficie.
Según Villalonga, "muchas provincias tuvieron un festival de desmonte previo a la aprobación de la ley, en 2007, con el permiso de las autoridades locales".
Pero, según el experto, es más grave que se haya desforestado luego de 2009, luego del ordenamiento territorial de los bosques ordenado por la ley, con el desmonte incluso en áreas catalogadas como "rojas" y "amarillas", aquellas donde no se permite o está muy restringida la tala.
Apuntó que "esto demuestra falta de voluntad política para controlar y muestra las consecuencias de haber desfinanciado la Ley de Bosques", que estableció la creación de fondos destinados a las autoridades nacionales y provinciales de fiscalización y para el resarcimiento a aquellos propietarios de áreas productivas catalogadas como rojas.
Según Villalonga, desde 2010 los presupuestos para estos fines "han sido ínfimos".
Por ejemplo, precisó, para este año el presupuesto destina a la Ley de Bosques 230 millones de pesos (46,2 millones de dólares), cuando el fondo determinado por la propia ley debería ser de 2.300 millones de pesos (462,7 millones de dólares).
"Argentina está embarcada en un proceso de maximización de las exportaciones agropecuarias, con el objetivo de llegar a una producción de 150 millones de toneladas de granos para 2020, lo cual implicará expandir el área sembrada en 9 millones de hectáreas", señaló Villalonga.
El presidente de Los Verdes advirtió que la desforestación tiene no solo un impacto severo en la pérdida de la flora y la fauna nativas y la afectación "de funciones vitales del bosque, como reguladores del agua y del clima", sino que además tiene consecuencias sociales sobre las comunidades que viven en estos bosques y son desplazadas por los desmontes.