La organización agraria Asaja Córdoba lleva años detectando casos y alertando de la presencia de una plaga de gusanos cabezudos en los almendros de la provincia habiéndose comprobado en la actualidad graves e irreversibles daños en un gran número de parcelas en las que se han tenido que arrancar almendros en numerosas explotaciones con las graves pérdidas económicas que ello supone para los agricultores.

Por ello, Asaja Córdoba exige a la Junta de Andalucía la inmediata autorización de los tratamientos necesarios, que realice visitas de control a las zonas afectadas y sus limítrofes con el fin de localizar posibles focos y determine la rápida adopción de medidas tanto de control, prevención e información, como de asistencia técnica.

La organización explica que, en la actualidad, la materia activa autorizada para el almendro no dan buen resultado, ya que “carecen de capacidad para desplazarse dentro de la planta y el número de tratamientos es insuficiente para una plaga que está prácticamente todo el año en el árbol”. Además, la única materia activa autorizada no es eficaz para todos los estadios de desarrollo del gusano cabezudo, especialmente durante los dos años de desarrollo larvario en el suelo.

LAMENTAN QUE “LA FALTA DE MATERIAS ACTIVAS AUTORIZADAS EN EUROPA HACE QUE ESTEMOS EN DESVENTAJA CON OTROS PAÍSES”

En varias ocasiones, Asaja ha solicitado que se permitan materias activas como Imidaclorprid y Clorpirifos, esta última autorizada en Valencia para naranjos excepcionalmente, pero la administración ha contestado denegándolas.

“En este momento de desesperación –añade la patronal—y ante la situación insostenible por la cantidad de vuelo que hay en el campo”, solicita a la Junta de Andalucía que la materia activa denominada Acetamiprid se pueda repetir más de dos aplicaciones en almendro de forma excepcional, ya que, con solo dos aplicaciones, “está demostrado que no es efectiva debido a que tenemos muchas más épocas de vuelo que veces autorizadas”.

Asaja lamenta que “la falta de materias activas autorizadas en Europa hace que estemos en desventaja con otros países” porque, por ejemplo, en EEUU dejan hacer tratamientos con otras materias activas y en Italia “autorizan materias activas en contra de la legislación europea y sus agricultores salen beneficiados, pero, sin embargo, en España somos los primeros en prohibir todo”.

PERJUICIOS ECONÓMICOS

Los daños de esta plaga de gusanos pueden acarrear graves daños y perjuicios económicos para los agricultores y la economía de la provincia, ya que que Córdoba cuenta con aproximadamente 15.000 hectáreas de almendros, “por lo que está en riesgo todo el sistema económico que genera este cultivo”.

Los signos que se detectan son lesiones en los órganos vegetativos de los árboles, para posteriormente ocasionar daños en tronco y raíces, lo que da lugar al debilitamiento general del cultivo o la muerte del árbol.

Los síntomas más claros en árboles atacados suelen verse durante el verano, apreciándose un progresivo debilitamiento y siendo éstos a la vez receptivos a otras plagas como barrenillos. Por sus hábitos de vida, las plantaciones en secano y los suelos de textura arenosa son los más susceptibles de padecer esta plaga.

El daño más grave, sin embargo, lo realizan las larvas, ya que destruyen las raíces, ocasionando un debilitamiento general del árbol, disminución de la producción, defoliaciones y llegando a provocar la muerte del árbol. La incidencia de esta plaga está asociada a condiciones de secano, riego localizado o periodos de sequía.

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