Sin embargo, ha advertido, lo peor es una pérdida de rendimiento que llega en algunos casos al 40 por ciento, además de graves daños en la formación y calidad del grano. El año pasado se dieron parecidas condiciones, lo que provocó que por primera vez aparecieran las mencionadas enfermedades, aunque con mucha menor incidencia que en la actualidad, ha apuntado APAG.
La ausencia de tratamientos preventivos ha propiciado su propagación
En la actual campaña no se han acometido tratamientos fungicidas de carácter preventivo que, a su juicio, hubieran aliviado en parte el problema, que se han multiplicado debido a las altísimas temperaturas existentes.
De la experiencia del pasado año se desprende que a algunos cereales (hasta ahora sólo trigo y sobre todo dos especialidades de éste) les afecta más que a otros, aunque en esta campaña ya se estaban viendo dañadas algunas más, toda de trigo blando, ha apuntado APAG.
Técnicos de la Consejería de Agricultura se han desplazado a las zonas afectadas con el objeto de evaluar los daños, así como para buscar una solución al problema y ayudar a los productores a proteger sus cultivos de esta reiterada plaga.
(Foto:Archivo)