La fábrica, anteriormente dirigida por una internacional belga que cerró en 2011 tras veinte años de servicio, retoma la actividad tras una potente inversión y una modernización de las instalaciones, que posiciona a Albafrost entre las empresas de transformación agrícola más pioneras de España.

    La reindustrialización de la factoría ha contado con el apoyo de la entidad Globalcaja que, en todo momento, ha apostado por el proyecto de Albafrost y ha posibilitado un acuerdo de financiación en pro del desarrollo agro-industrial de la Región de Castilla-La Mancha. La Fundación Ardovries, constituida por la ex propietaria de las instalaciones fabriles y por el agente social FITAG-UGT, también ha colaborado en la reapertura de la factoría con la puesta en marcha del acuerdo de compra-venta a favor de la nueva mercantil Albafrost.

    La experiencia agrícola de los socios de Albafrost posibilita una producción integrada donde el control del departamento agronómico en todas las fases del cultivo, la proximidad al centro de procesado y la rapidez en la elaboración, aseguran y garantizan la calidad máxima de todos los productos. Además, Albafrost  desarrolla una política agrícola sostenible del medio rural local, mediante los sistemas de gestión LISA (low-input sustainable agriculture) y las certificaciones internacionales Nature´s Choice y Globalgap. “Nuestra filosofía profesional es vivir por y para la agricultura de Albacete. Somos una empresa local, eficaz y dinámica, con producción propia y venta directa de hortalizas frescas que transformamos desde Albacete a toda Europa”, reconoce el presidente del Consejo de Administración de Albafrost, Antonio Martínez, que también quiso matizar que “la cebolla y el brócoli son dos de las nuevas líneas de trabajo que recientemente ha incorporado Albafrost”.

Más del 70% de la materia prima con la que trabaja es de CLM

    La empresa tiene acceso directo, alrededor de la fábrica, a más de 3.000 hectáreas de cultivo de regadío, que permiten tener una gran calidad organoléptica para la venta final de los productos. “Más del 70% de la materia prima con la que trabajamos en Albafrost son productos de Castilla La Mancha gracias a la proximidad de una gran cantidad de cultivos a la fábrica”, explica su presidente Antonio Martínez.

    El futuro de Albafrost no sólo se centra en la ampliación de nuevos puestos de trabajo, como reconoce su presidente “el objetivo es crear nuevas líneas de producción en los próximos meses”. Prevén introducir una la línea cultivos de hojas, conocida como cuarta gama (lechuga, espinaca, acelga, etc.) y otra línea de raíces, referente a la trasformación de productos como la patata o la zanahoria.

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