El Pais.- La empresa Aguas de Valencia (AVSA) ha obtenido el contrato para el suministro del agua potable al área metropolitana de Valencia durante los próximos 50 años por 2.500 millones de euros, frente a la oferta de Aguas de Barcelona. El presidente de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), Arturo Ros Ribes, ha informado que la asamblea de la entidad "ha hecho suyas las consideraciones del dictamen de la comisión informativa" y los informes de los técnicos para valorar la oferta de Aguas de Valencia.

La empresa ha recibido el voto favorable de los representantes populares, la abstención del socialista Ramón Marí y de José Enrique Aguar, del grupo mixto, y el voto en contra de Compromís, mientras que EUPV estaba ausente, según Ros Ribes.

La otra empresa que optaba al contrato, Aguas de Barcelona (Agbar), presentó un recurso ante el juzgado para exigir la paralización del proceso de adjudicación del suministro de agua potable, que fue desestimado, según el presidente de la Emshi. Para Ros Ribes, Aguas de Barcelona "insiste cansinamente en lo mismo" cuando la Justicia ya se ha pronunciado.

Se trata, a su juicio, de "un juego entre dos compañías, y en medio están los ciudadanos de los municipios de la zona metropolitana de Valencia".

La adjudicación a la empresa valenciana se ha llevado a cabo después de dos meses de proceso en que los técnicos "han tenido tiempo" para realizar sus informes y después de unas sentencias "que dejan bien claro que lo que dice Aguas de Barcelona no tiene mucho sentido". La Emshi ya adjudicó el contrato en 2008 a AVSA, pero el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana anuló la adjudicación porque la empresa externa que había elaborado el informe en que se sustentó la decisión no disponía de la "habilitación profesional necesaria".

El socialista Ramón Marí ha lamentado que la asamblea de la Emshi "ha perdido una oportunidad para acabar con el lío judicial entre las dos empresas" que, en su opinión, debería haberse resuelto con un informe externo de una empresa solvente sobre el criterio de aplicación de la cifra mínima de inversiones. La asamblea de la entidad "ha impuesto su mayoría" y con ello, según Marí, "ha asegurado que el proceso litigioso va a continuar, y dentro de cuatro años estaremos en lo mismo".

Aguas de Barcelona anunció ayer mismo que presentará un recurso contra el acuerdo por entender que la oferta de AVSA es un 17% más cara y aporta 18 millones de euros menos en inversiones. Agbar critica la decisión de la Emshi de no contratar una auditoría externa independiente y denuncia que “todo el proceso se ha producido con un absoluto oscurantismo, sin que se diera traslado a Agbar de ninguno de los acuerdos adoptados y sin que se le remitiesen los documentos que ha ido solicitando”. Aguas de Barcelona entiende que la sentencia no se ha ejecutado correctamente, entre otras razones porque la empresa mixta que se constituyó entre AVSA la Emshi, Emimet, no ha sido disuelta.

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