Alfonso Gálvez Caravaca / Secretario General de ASAJA Murcia
No hay ninguna duda, el agua se ha convertido en la gran asignatura pendiente para el sector agroalimentario del Levante español, pues la carestía hídrica es un gran factor limitante para el desarrollo social y económico de nuestra agricultura y ganadería.
Es evidente que, el Trasvase Tajo – Segura es una infraestructura que ha facilitado el impulso y desarrollo de la agricultura del Sureste español generando empleo y riqueza, colocando a la zona regable del Trasvase Tajo Segura a la cabeza de la exportación de frutas y hortalizas, siendo un referente de agricultura moderna y competitiva con unos niveles de eficiencia de riego y sostenibilidad imitados por otros países y regiones. El agua trasvasada a través de esta infraestructura tiene una rentabilidad económica y social muy por encima de otros regadíos, ya que las tierras que riega tienen unas inmejorables condiciones de clima y suelo que se traducen en una alta productividad y calidad de sus productos.
Es necesario subrayar, que esta obra hidráulica se ha politizado en exceso y se ha apartado del debate y de las propuestas de buena gestión y funcionamiento del trasvase a los técnicos y especialistas en materia de agua. Hay que recordar que se trata de trasvases entre cuencas de aguas excedentarias, respetando siempre los caudales ecológicos y el mantenimiento de las masas naturales del agua como son las Tablas de Daimiel. El problema está en que las aportaciones de agua a los embalses de la cabecera del río Tajo no son suficientes para atender el volumen previsto para el Trasvase Tajo-Segura y hay que buscar aportaciones externas de otras cuencas cercanas al sistema de embalses de la cabecera del río Tajo en Entrepeñas y Buendía o al propio acueducto.
Desde ASAJA Murcia, entendemos que es de máxima prioridad llevar a cabo una adecuada planificación hidrológica que permita atender todos los usos; abastecimiento de poblaciones, regadío, caudales ecológicos y mantenimiento de las masas naturales de agua, haciendo una eficaz interconexión de cuencas hidrográficas en base a un consenso que se plasme en un gran Pacto Nacional del Agua. En la Península Ibérica siguen yendo al mar miles de hectómetros cúbicos muy por encima de los caudales ecológicos normales de los grandes ríos provocando cuantiosas pérdidas económicas y daños al medio ambiente.
Somos partidarios de aportar mayor seguridad jurídica a la continuidad y funcionamiento del Trasvase pero debería mejorarse su contenido para garantizar siempre un mínimo de trasvases de agua y evitar en cualquier caso los “trasvases cero “.
A los partidos políticos les pedimos altura de miras en un tema de tanta importancia como es el agua y posicionamientos en base a estudios técnicos y objetivos, buscando soluciones satisfactorias para todos. En España hay recursos hídricos más que suficientes para hacer un uso sostenible de los mismos sin perjudicar a ningún territorio.
Es de enorme importancia que el próximo Gobierno de España impulse de forma decidida, sin titubeos ni más demoras, un efectivo Plan Hidrológico Nacional que nos permita solucionar el déficit hídrico estructural que tiene actualmente la Cuenca del Segura. Somos plenamente conscientes de que si no se pone en marcha este Plan, no vamos a poder solucionar la gran sequía que estamos soportando, por tanto no perdamos más tiempo, y trabajemos para hacer realidad el Plan Hidrológico Nacional, cueste lo que cueste. Esta tiene que ser nuestra gran prioridad para poder tener un sector agroalimentario que sea fuerte y competitivo.