La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, considera que las líneas de cobertura para las producciones frutícolas presentadas por Agroseguro, para este año, «son bastante inseguras ya que no garantizan las rentas de los agricultores y agricultoras en el caso de tener pérdidas importantes por culpa de la meteorología».
Las nuevas condiciones del seguro agrario confirman los peores presagios de los fruticultores/as al ser castigados por partida doble. En primer lugar, por las heladas, que conllevan una importante reducción en la producción asegurable, y en segundo lugar, por el sistema de seguros, que dada la repetición en la comunicación de siniestros aumenta la penalización a la hora de contratar la nueva póliza.
DAÑOS POR METEOROLOGÍA ADVERSA
Las estadísticas de los últimos años indican que los fruticultores/as de Aragón tienen un problema serio con la meteorología (heladas, pedrisco y mal cuajado), con especial incidencia en la Comarca de Calatayud. Por esta razón, UAGA indica que no se puede permitir que «los seguros se enfoquen exclusivamente a que no haya desviación entre el pago de la prima y la siniestralidad. La contratación de una póliza de seguro es para permitir que en caso de siniestro el agricultor/a pueda continuar con su actividad. Por tanto, el seguro debe facilitar la declaración de la producción real de una parcela, no unos rendimientos de cosecha rebajados por culpa de la siniestralidad».
En 2022, durante la primera semana de abril, se registraron fuertes heladas en todo el territorio de Aragón, especialmente extremas en el Valle del Ebro. La consecuencia de esas temperaturas gélidas en primavera fue la pérdida de más del 80% en las producciones frutícolas esperadas en fruta de hueso y almendra y, por supuesto, la puesta en riesgo económico de explotaciones familiares, cooperativas y almacenes comercializadores.
Ante el desafío climático sufrido por los agricultores y agricultoras, la respuesta de las administraciones fue aumentar la partida presupuestaria. De esta forma, desde el Ministerio de Agricultura y desde el Gobierno de Aragón se destinó más dinero a apoyar las líneas de contratación en leñosos (fruta, frutos secos y viña). Y también, en el caso de Aragón y Cataluña, los gobiernos autonómicos aprobaron ayudas directas para los afectados. Sin embargo, UAGA insiste en la imperiosa necesidad de reorientar el funcionamiento del sistema público de seguros agrarios (ENESA) para que realmente sirva para indemnizar en caso de que se produzcan daños por culpa de la meteorología.
La organización agraria está recopilando datos de cómo afectan estas medidas en las diferentes comarcas frutícolas y trasladará sus inquietudes tanto al Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón como al Ministerio, considerando incuestionable y efectiva la política de seguros agrarios del Estado. Un sistema que tras 42 años de historia se pone en riesgo tras solo dos años de heladas, pero en un momento económico complejo a nivel mundial, en el que UAGA recuerda que es deber de los gobiernos preservar la soberanía alimentaria.
EJEMPLO DE CONTRATACIÓN DEL SEGURO DE LA CEREZA
Como ejemplo del impacto de esta línea de seguro en las producciones frutícolas, la organización detalla que un agricultor que el año pasado tenía asegurados 9.585 kg/ha. y pagó 1.905,57 euros, con un garantizado del 70% para helada y resto de adversidades climáticas, este año Agroseguro solo le permite asegurar 1.538 kg/ha., pagando 328,10 euros y con un garantizado del 50%.
Con estas condiciones, el agricultor solo tendrá asegurados, para helada y resto de adversidades, la ridícula cifra de 769 kg/ha en toda su explotación. Y solo en el caso de que tenga menos producción cobraría la diferencia hasta los 769 kg.
En el hipotético caso de que en 2023 Agroseguro le reconociera a este fruticultor siniestro total en cereza, éste solo cobraría 1.255,24 euros. Si a la indemnización le descontamos el importe del seguro se quedaría con un único ingreso, proveniente de las cerezas, de 927,14 euros.