EFE.- Los responsables de las organizaciones agrícolas han recalcado que apuestan por medidas de protección para la Vega, pero han descartado la figura de BIC al considerar que convertirá en «urna de cristal» el área productiva y dificultará la labor de agricultores y ganaderos.
El Parlamento andaluz acordó buscar medidas de protección a esta zona granadina para preservar su valor ambiental y paisajístico tras años de un movimiento social que pedía su mejor conservación del que los agricultores formaron parte.
Ahora, ASAJA, COAG, UPA y FAECA consideran que esta medida de protección resultaría «perjudicial» para los agricultores al ir «contra los intereses de los que viven y trabajan la Vega», ha explicado el secretario general de ASAJA Granada, Manuel del Pino.
El secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer, ha detallado que la declaración de la Vega como BIC supone «más problemas que soluciones» y ha destacado que las competencias de protección pasarían a la Consejería de Cultura, «que tendría que darnos permiso hasta para arreglar un camino», ha lamentado el presidente de FAECA, Gregorio Núñez.
«La Vega tiene tradiciones y un patrimonio en acequias y molinos que hay que preservar, pero es un motor económico para la ciudad, en la Vega viven agricultores, y no se puede cuidar con un BIC», ha apuntado Monferrer.
Las organizaciones han apostado por buscar otras medidas de protección y han reprochado el daño a esta zona protegida tras «años mirando para otro lado en una situación fruto del desarrollo urbanístico», ha explicado Nicolás Chica, responsable de UPA.
De manera conjunta, han reivindicado el cuidado de la Vega con medidas que no dificulten el trabajo de agricultores y ganaderos para que no se convierta «en un gran parque para que los vecinos se paseen» y han adelantado que iniciarán reuniones la próxima semana para buscar un acuerdo.
La delegada del Gobierno andaluz en Granada, Sandra García, ha destacado a preguntas de los periodistas que la Junta ha creado una comisión para analizar las necesidades de la Vega y determinar qué medidas resultarían más adecuadas.
Ha defendido que para que la Vega tenga futuro se debe proteger «de forma sostenible para que se pueda vivir en ella y de ella», ha pedido a las agrupaciones de agricultores que dejen trabajar a la comisión y ha considerado que la mejor fórmula sería la aprobación de un Plan Especial para la Vega, «más útil que un BIC».