La EFSA -añade- utiliza en su informe una metodología "que todavía está en discusión", "carece de datos clave" y "no contempla las medidas de disminución de riesgos que la industria ya aplica desde hace tiempo" y que "sirven para la protección de las abejas".
Tampoco cuenta esta Agencia, en su opinión, con los datos de los controles en cada país "que muestran la convivencia de los cultivos con semillas tratadas y colonias de abejas sanas".
Para Aepla, "la comunidad científica de todo el mundo está de acuerdo en que el problema de las abejas se debe a una multitud de factores", entre los que destacan los parásitos como la varroa o las enfermedades como la nosema, pero también la disminución de fuentes de alimentación y nidificación, las situaciones de sequía por el cambio climático, la contaminación y el mal uso de fitosanitarios.
Una decisión "apresurada" en la prohibición o suspensión cautelar de los neonicotinoides sin tener en cuenta toda la información disponible -argumenta Aepla- "conllevaría importantes perjuicios económicos" en la agricultura "de toda Europa y en particular la española", tal y como señala un reciente estudio llevado a cabo por el Humboldt Forum for Food and Agriculture.
El estudio señala que si se prohibieran los neonicotinoides se verían afectados cerca de 60.000 puestos de trabajo en España, según esta patronal, quien matiza que estos tratamientos aportan a la economía española 127 millones de euros por año.
"Una pérdida de esta técnica supondría una reducción importantísima de los rendimientos de cultivos como el maíz, la colza, el girasol y la remolacha".
En el ámbito europeo, se estima en 17.000 millones de euros el coste de la medida para la economía de la UE a lo largo de los próximos cinco años y, a cambio, "poco se podría avanzar en la mejora de la salud de las colonias de abejas".
"Consideramos la propuesta de suspensión desproporcionada e instamos a las autoridades europeas y nacionales a considerar las medidas de mitigación de riesgos", concluye.