No obstante, ha recordado que "realmente", los resultados de aplicación de esta normativa no se verán completamente "hasta que transcurran tres o cuatro años" porque es cuando se habrán implantando los sistemas de control.
Algunos de estos sistemas son relevantes para el consumidor, como la distinción de las piezas ibéricas con bridas de diferentes colores en función de la pureza racial y la alimentación que recibió el animal.
Por ello, ha concluido que, tras un año de entrada en vigor de la norma, aún es "precoz" hacer un balance profundo sobre la norma de calidad del ibérico porque "habrá que esperar el tiempo necesario para recoger los frutos" del trabajo que se está efectuando.