En este escenario, "estamos promoviendo medidas para garantizar la conservación genética del toro de lidia, a través de banco de germoplasma de ADN, banco de embriones…". En su opinión, los ganaderos son "la parte más vulnerable" del espectáculo taurino, porque esta producción "debe calcularse en función de una previsión a cuatro años vista".

    "Nos hemos visto inmersos en una superproducción en plena crisis económica y con la dramática caída de espectáculos taurinos de un 50 % respecto a 2007", por lo que la situación actual es de "adaptación de nuestra oferta a una nueva realidad socio-económica". Tampoco existe, según ha apuntado, un gran mercado para colocar las reses en momentos de crisis como la actual.

    Para Núñez, la cría del toro de lidia "no es un negocio rentable" y "no interesa como inversión, salvo aquellas personas que sientan verdadera pasión por el toro"; los ganaderos de bravo "somos ganaderos por vocación" y, por tanto, "nos cuesta mucho deshacernos de la ganadería, es nuestra pasión".

Tristeza por su envío a los mataderos como carne


    Preguntado sobre las estadísticas que recogen un elevado número de envíos de animales al matadero y que puedan acabar como mera carne picada para hamburguesas, Núñez ha reconocido que "lógicamente entristece esa noticia y los primeros que lamentamos esa situación somos los ganaderos que criamos un animal para que demuestre su bravura en la plaza".

    No obstante, ha explicado, "la situación en muchas explotaciones conduce irremediablemente a ese camino". n todo caso, ha recordado a los consumidores que la de lidia es una carne de extraordinarias cualidades culinarias y puede considerarse prácticamente como "ecológica".

    Respecto a si el toro bravo está corriendo la misma suerte que el caballo los efectos de la crisis, ha precisado que durante los años de bonanza económica, tanto el de lidia como el caballo español "gozaron de una gran expansión" y es en momentos de dificultades económicas cuando se produce una regulación en el número de cabezas de ambas razas.

Hace falta un estudio sobre la realidad del sector


    En este contexto, desde la UCTL insisten a la Administración sobre la urgencia de realizar un estudio de adaptación de la estructura de la tauromaquia al nuevo escenario económico para hacer viables los espectáculos taurinos en el futuro.

    Y al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, le han pedido sensibilidad para que tenga en cuenta la especificidad del ganado de bravo frente a otras razas de aptitud cárnica.

    "Estamos ante una cría semisalvaje, garante de un ecosistema único, como es la dehesa, y por tanto, necesita un tratamiento especial. Una raza con un control sanitario dirigido a la conservación de un patrimonio genético único", ha añadido.

    Sobre el posible impacto de la presión de los movimientos antitaurinos, ha opinado que "son acciones que están basadas en la mayoría de las ocasiones en movimientos políticos; la realidad es que la tauromaquia es una tradición y está reconocida como actividad cultural; por tanto, su prohibición supondría una vulneración de un derecho fundamental".

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