Un tremendo perjuicio. Eso es lo que están sufriendo más de veinticinco agricultores que producen frutales tropicales y subtropicales en la zona de la Gorgoracha, en Motril. La construcción de una megaplanta solar Virgen del Rosario trae consigo la expropiación de sus parcelas de labor para instalar las líneas necesarias para la puesta en funcionamiento de la instalación eléctrica.

El secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica Escanes, denuncia que “la ejecución de dicha obra está causando un grave perjuicio a agricultores y explotaciones, ya que instalar esas líneas afectará negativamente a los cultivos existentes, a su producción, a los sistemas de riego y al resto de inversiones realizadas por los propietarios para mejorar la elaboración de alimentos, tan necesarios para garantizar la seguridad alimentaria de la población”.

Nicolás Chica Escanes afirma que UPA Granada está “a favor de las plantas solares y de las energías renovables”, pero sin que su construcción e instalación suponga “que un solo agricultor vea comprometida la superficie de labor de sus explotaciones como consecuencia de unas expropiaciones amparadas por el marco jurídico actual para la instalación de plantas fotovoltáicas”.

DENUNCIAN LA “INACCIÓN” DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS ANTE EL “AVANCE DESPROPORCIONADO DE ESTE TIPO DE INSTALACIONES”

“No podemos olvidar que el suelo en el que producimos alimentos es el patrimonio más grande que tiene cualquier sociedad y, debido a su importancia, estamos obligados, todos, a preservar”, afirma el secretario general de UPA Granada.

Ante esta indefensión de los agricultores, Nicolás Chica Escanes exige que se desarrolle “una regulación normativa estricta que impida la retirada de suelo fértil productivo para la implantación de una megaplanta solar de generación eléctrica”. Asimismo, remarca lo que desde UPA Granada se califica como “inacción” de las comunidades autónomas ante el “avance desproporcionado de este tipo de instalaciones”.

“En la actualidad, las administraciones se escudan en el interés social o en la utilidad pública para facilitar la instalación de megaplantas solares o fotovoltáicas en terrenos fértiles y autorizar expropiaciones que, en la mayoría de los casos, van en contra de los propietarios porque, en primer lugar, no quieren vender a la empresa, casi siempre privada, que promueve la instalación y, en segundo lugar, no perciben un precio justo por sus tierras. Además, no encontramos una razón lógica que justifique construir este tipo de plantas en terrenos agrícolas fértiles, sobre todo cuando hay mucho suelo en polígonos industriales que está en desuso y que podría albergar este tipo de construcciones”, argumenta Nicolás Chica Escanes.

Desde UPA Granada instan a la Junta de Andalucía «a que desarrolle una legislación que blinde a las superficies productivas frente a estos procedimientos expropiatorios, permitiendo únicamente la instalación de parques solares, sus líneas y demás infraestructura en terrenos improductivos y que no sean de labor”, concluye el secretario general.

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