En una nota de prensa, esta organización recuerda que el problema de los robos en el campo se repite constantemente coincidiendo en la mayoría de ocasiones con periodos de recolección (aunque no sólo se roban cosechas, sino material agrícola, ganado, gasoil…). "Se trata de una lacra que viene a sumarse a la pérdida de renta de los agricultores por la bajada de los precios y los aumentos de costes que afecta, además, a la seguridad del mundo rural (robos con violencia e intimidación, allanamiento de moradas e incluso homicidios) sin que llegue a obtenerse ninguna solución a pesar de todos los esfuerzos realizados", señalan desde ASAJA.
Ante esta situación, "esperamos que el ministro Ruiz Gallardón cumpla su compromiso de remitir al Ministerio de Interior las propuestas que a nivel nacional le presentó la organización agraria en el informe “Perspectiva actual de los delitos patrimoniales en el mundo rural español”, entre ellas, la de adoptar medidas cautelares personales más restrictivas que la libertad provisional (especialmente en caso de los delincuentes reincidentes o profesionales), incrementar las inspecciones y controles en puntos de ventas de la mercancía robada, control policial de vehículos, furgonetas o camiones que transiten por caminos rurales, así como a reformar el Código Penal para aumentar los castigos por este tipo de delitos".