La eurodiputada ha recordado que el estudio de impacto realizado en el año 2011 a instancias de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea pone de manifiesto muy claramente las repercusiones que podría tener la aceptación de las peticiones realizadas por los países de Mercosur en el capítulo agrícola. “De acuerdo con este estudio, los ingresos agrícolas en la Unión Europea sufrirían una caída media del 1,2 por ciento, caída que oscilaría según los distintos Estados miembros”.

   Esther Herranz ha insistido especialmente en las repercusiones que tendría sobre el empleo en el sector agrario el atender a las peticiones de Mercosur, con unos 33.000 puestos de trabajo que peligrarían, según prevé el estudio. Además, la eurodiputada ha alertado de que “las previsiones de las organizaciones agrícolas son mucho más alarmistas que las realizadas por la Comisión Europea y hay que tener muy en cuenta que serían las regiones más vulnerables de la Unión Europea, especializadas en la producción de vacuno, pollo y cítricos, las que se verían más afectadas”.

    Por tanto, ha demandado en sesión plenaria que las negociaciones que se mantengan contemplen los problemas que generaría una mayor apertura del mercado europeo. “Creo que no vivimos momentos propicios para aumentar las importaciones de países terceros en sectores como el vacuno, que está haciendo frente con muchas dificultades a un incremento sensible de sus costes de producción como consecuencia del precio de los alimentos del ganado”, ha explicado, al tiempo que ha alertado de que “el acuerdo con Mercosur podría ser la gota que colme el vaso en el sector”.

   Esther Herranz también ha querido llamar la atención sobre el hecho de que un acuerdo con Mercosur se sumaría a las consecuencias que se derivarán de la reforma de la Política Agrícola Común que se está negociando actualmente, pues el cambio del régimen de ayudas directas que está previsto podría provocar la desaparición de muchas explotaciones de vacuno. “No olvidemos que este sector será, probablemente, uno de los mayores perdedores de la reforma agrícola”, ha afirmado la eurodiputada.

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