La Unión de Pequeños Agricultores (UPA Andalucía) ha responsabilizado al sector cooperativo de «estar contribuyendo decididamente a una espiral suicida» con unos precios del aceite de oliva a la baja y en los que llegan a registrarse operaciones por debajo de los costes de producción.
La tensión actual es máxima, tanto que el responsable de la sectorial de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, ha sido tajante al asegurar que “probablemente habrá que pensar si las próximas movilizaciones, en lugar de cortar carreteras, tendremos que hacerlas a las puertas de las cooperativas. Ya está bien de buscar culpables fuera. La situación del precio se debe única y exclusivamente a las operaciones que se marcan en España, que somos el primer país productor a enorme distancia del resto de países. Ya está bien de echar las culpas al superintensivo de Portugal, al aceite de Túnez o a las supuestas mezclas en vez de preocuparse de una comercialización con valor y no de regalar el aceite cuanto más barato mejor para algunos”, afirma Cristóbal Cano.
Para esta organización agraria, la situación del mercado es «absolutamente incomprensible» y demuestra que el sector «no ha aprendido nada de lo que los mercados nos han demostrado en estos dos últimos años, en que se ha comercializado con valor, a precios a los que la demanda mundial del consumo no se ha visto resentida», ha indicado en un comunicado su secretario general, Cristóbal Cano.
Para Cano, «el problema de todo esto es que no sabemos cuál será el suelo, no podemos prever hasta dónde vamos a llegar con esta tendencia bajista». Y en este sentido, ha censurado que el sector cooperativo «está contribuyendo decididamente a esta espiral suicida regalando el aceite, porque ya nos constan operaciones por debajo de los costes de producción».
Para UPA, “En noviembre se han producido 255.742 toneladas de aceite de oliva, por lo que la producción acumulada se sitúa en 292.019 toneladas. En estos momentos, la cosecha es un 9,7% superior a la campaña pasada. Sin embargo, las mejores cifras las encontramos en la comercialización, con otras 95.000 toneladas vendidas y un stock actual de 321.147 toneladas, un 15% menos que en noviembre de 2023. Estos datos consolidan la fortaleza del aceite de oliva en los mercados, pero no hemos aprendido nada y las cooperativas siguen promoviendo una espiral suicida, vendiendo rápido cuanto más aceite posible a cualquier precio, por bajo que sea, en lugar de defender un precio en origen razonable por encima de los costes de producción en el olivar tradicional”.