El encuentro fue inaugurado por el consejero de Agricultura, Luis Planas Puchades, quien subrayó el imprescindible papel de FAECA “para inyectar con inteligencia” una corriente nueva que impulse las nuevas tecnologías, la inversión en I+D+i, la calidad, la generación de estructuras solventes, así como la transferencia y difusión de información, buscando siempre la mejora continua.

   “En Andalucía tenemos el potencial, el apoyo y, por supuesto, la motivación para que el cooperativismo agroalimentario siga siendo un importante motor de desarrollo”, ha afirmado el consejero, quien se ha referido a su fortaleza en la región, con cerca de 800 cooperativas, 300.000 socios y más de 40.000 empleos directos.

    Estos datos fueron completados, posteriormente, por la secretaria general de Agricultura y Alimentación de la Consejería de Agricultura. Judit Anda Ugarte ha disertado sobre la importancia del sector agrario y agroalimentario en la economía andaluza y, entre otras cuestiones, ha subrayado que el 72% de la producción de aceite de oliva andaluz es generada por las cooperativas, una cifra que, en Jaén, alcanza el 77%. Asimismo, ha añadido que de los 7.000 millones de euros exportados por el sector agroalimentario andaluz en 2012, más de 1.000 correspondieron a ventas de aceite de oliva en el exterior.

El único sector que no destruye empleo con la crisis

    Posteriormente, el ex rector de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y catedrático en Economía Agraria, Juan Francisco Juliá, ha resaltado la cuarta posición de la economía agraria de España en la Unión Europea y el potencial de su sector agroalimentario, el cual representa el 14% del PIB (80.000 millones de euros), siendo el único que no ha destruido empleo con la crisis (1,3 millones de puestos de trabajo). Sin embargo, ha hecho hincapié en seguir avanzando hacia el futuro, sobre todo, a través de la dimensión (imprescindible para la competitividad), la internacionalización y la inversión en I+D+i, un capítulo éste en el que -ha comentado- España se encuentra a la cola de Europa y de los países más desarrollados del mundo.

    A continuación, el director ejecutivo del Consejo Oleícola Internacional (COI), Jean Louis Barjol, ha puesto de manifiesto el liderazgo indiscutible de España en el mercado mundial del aceite de oliva, tanto en producción como en exportación a los mercados europeos, principalmente a Italia, país que compró dentro de la UE (mayoritariamente a España) cerca de 500.000 toneladas de aceite en la campaña 2011/2012, mismo ejercicio en el que España vendió a sus países vecinos cerca de 685.000.

Arias Cañete: "Hay que mirar la futuro y al mercado global"

   Finalmente, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, ha sido quien ha clausurado el encuentro, aseverando el gran futuro del sector oleícola y agroalimentario español. “Somos líderes en superficie, en producción y en exportación, pero no somos líderes en precio”, un reto futuro en el que las cooperativas –ha enfatizado- son un elemento fundamental porque se encuentran en pleno crecimiento (un 22% en los últimos cinco años) aunque necesitan de un impulso adicional.

    En su intervención, Miguel Arias Cañete ha indicado que los instrumentos del pasado no tienen la misma utilidad en el mercado global y que para hacer frente a los retos actuales y futuros es por lo que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha diseñado la Ley de de la Cadena Alimentaria  y la Ley de Integración de Cooperativas, en estrecha colaboración con las cooperativas.

Avances en I+D+i y dar el salto cualitativo

    A este respecto, el presidente de FAECA, Jerónimo Molina Herrera, ha reflexionado sobre los cambios experimentados por el sector agroalimentario, sobre todo en lo relativo a cómo los consumidores demandan los alimentos y cómo las industrias los ponen a su disposición en los puntos de venta. “Los mayores avances que se están produciendo en I+D+i, a nivel mundial, tienen su origen en el sector agroalimentario”, ha asegurado.

   Por ello, y para seguir avanzando en la generación de valor añadido y la competitividad  de las empresas, de modo que puedan adaptarse a las nuevas formas de producir y vender alimentos, Jerónimo Molina Herrera ha resaltado que es hora de “dar un salto cualitativo” y “al igual que nuestros mayores se unieron y concentraron para elaborar aceite, nosotros tenemos que unir a las cooperativas para tener un tamaño suficiente, incorporarnos a la cadena de valor y atender al consumidor final”.

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