EFE.- Concreta en un comunicado que se trata de miles de toneladas de "tecnosuelos" vertidos sobre prados, manantiales e incluso al lado de los ríos, que muestran altas cantidades de hidrocarburos, hasta 25 veces el límite establecido, y metales pesados, "superando los máximos legales para la protección de la salud humana".

Los ecologistas anuncian en su escrito que remitirán este caso a la Fiscalía del TSXG para que investigue la posible existencia de un "grave delito ambiental".

Agregan que, "ante la falta de respuesta de las administraciones", se han desplazado al municipio de As Somozas para conocer la situación "in situ".

Allí, apreciaron un "panorama dantesco: cientos de hectáreas de prados y montes aparecen cubiertas con una gruesa capa de material maloliente, cuyo polvo impregna la ropa y penetra en los pulmones. Cantidades de barro depositado en prados, sobre fuentes, al lado de los ríos y fincas en las que pasta el ganado".

Insisten en que estos materiales han sido "aplicados indiscriminadamente sobre tierras fértiles, encima de la hierba, en valles de elevada pendiente, cabeceras de riegos y ríos, sobre manantiales e, incluso, sobre yacimientos megalíticos y castros".

Para Adega, se trata de "un vertido en toda regla, camuflado como enmienda orgánica y que potencialmente puede ser una grave fuente de contaminación ambiental y riesgo sanitario.

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