EFE.- Adecana explica en un comunicado que se ha puesto en contacto con el Gobierno de Navarra y ha comprobado que existe normativa aplicable al respecto.

En concreto, la Ley Foral 2/1993, de Protección de la Fauna Silvestre y sus Hábitats, prohíbe dar muerte, dañar, molestar, perseguir o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, incluyendo su captura en vivo y la recolección de sus larvas, huevos o crías y de todas las subespecies inferiores, así como alterar y destruir sus hábitats naturales, nidos, vivares y áreas de reproducción, invernada o reposo.

Sin embargo, destaca la asociación, «a pesar de que es evidente que de forma generalizada se alteran los hábitats naturales donde habitan las aves de la estepa cerealista, destruyendo nidos y cuanta defensa tienen los animales», la normativa se incumple y no se establecen las medidas cautelares que podría aplicar la Administración.

Con esta reclamación, destaca Adecana, «no pretendemos que no se pueda cosechar, pero de la destrucción total de la cobertura vegetal de las zonas cultivables a una situación que minimice en parte los perjuicios medioambientales que se están causando hay un gran tramo».

Adecana pone el ejemplo de lo que se hace con los nidos de los aguiluchos cenizos que se encuentran en los cultivos y considera que «no sería muy difícil que, cuando se comprueba que hay nidos de codorniz o perdiz, se espere al desarrollo de los pollos, o se deje sin cosechar una pequeña parte para permitir su supervivencia, elaborando un sistema de ayudas para las perdidas que se produzcan».

«Nos quejamos de que está desapareciendo la fauna ligada a la estepa cerealista, pero lo cierto es que desde el Gobierno de Navarra muy poco se hace para frenar este deterioro», concluye.

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