La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL) ha acusdoa públicamente al delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana Álvarez, de «acosar y perseguir a los agricultores, con inspecciones minuciosas con un mero sentido recaudador, cuando nos encontramos en plena recolección de la uva», por lo que le insta a que «controle la ley de la cadena alimentaria y se centre en la reducción de la criminalidad en lugar de criminalizar al campo».

La CLYGAL considera un auténtico despropósito «perseguir» a los agricultores estableciendo distintos controles en carretera, «con el único fin de seguir recaudando para ‘pagar’ la ‘fiesta de Sánchez en la Moncloa’ y contentar a los separatistas en Cataluña con una ‘fiscalidad singular’ que acabaremos sufriendo todos los españoles».

La Comunidad de Labradores ha constatado que, en las últimas semanas, agentes de la Guardia Civil someten a los agricultores a unos controles e inspecciones minuciosas, buscando cuál es el requisito, la norma o la obligación que incumplen con el único objeto de sancionarlos.

«No se puede permitir -subraya- que mientras los agricultores están trabajando con los numerosos obstáculos impuestos por la Comisión Europea y el propio Gobierno de España, ‘se ceben’ con los labradores para someterlos a un tercer grado».

La organización agraria recomienda a Quintana Álvarez que controle el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria «para que los productores no tengan que vender sus cosechas por debajo de los costes de producción, y que se centre en la reducción de la criminalidad, en lugar de criminalizar el campo y a sus trabajadores».

La Comunidad de Labradores también recuerda al delegado del Gobierno que, en lugar de perseguir a los agricultores podría ir convocando la Junta de Seguridad para activar el dispositivo contra los robos en el campo, «ya que en unas semanas comenzará la recogida de aceituna y el año pasado los delincuentes robaron más de 1 millón de kilos, sólo en Tierra de Barros».

La CLYGAL aconseja al Gobierno de España que trabaje por hacer competitivo el sector agrario, «en lugar de atacarlo sistemáticamente desde Bruselas y desde Madrid, porque si el Ministerio y la Comisión escucharan sinceramente al sector agrario y al industrial, no tendría que venir ahora Mario Draghi a recomendar un endeudamiento multimillonario de Europa para ser más competitivos, frente a China o EEUU, potencias que no tienen muchas de las absurdas auto imposiciones que Europa se ha dado, para ir perdiendo el tren del comercio internacional».

La Comunidad de Labradores concluye defendiendo «una actividad agrícola respetuosa con el medio ambiente y sostenible, pero recuerda que también debe ser sostenible económica y socialmente, porque de lo contrario, de poco servirá tener millones de hectáreas con bosques bucólicos y paisajes de ensueño, como consecuencia del abandono de las tierras productivas, fruto de las persecuciones inspectoras, normativas y todo tipo de cortapisas a las que están sometidas».

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