La Asociación Agromuralla ha analizado y criticado las consecuencias de los nuevos contratos propuestos por las industrias lácteas para la compra de la leche a las granjas en Galicia a partir de 1 de agosto, con «subidas limitadas que consolidan la discriminación de las granjas gallegas, además de abaratar el coste medio de la leche, y no recortan el diferencial de precios con el resto de España y Europa».

«Las industrias, que hasta ahora firmaban contratos a corto plazo (4 meses) están proponiendo ahora contratos de mayor duración (8 meses), tratando de amarrar a las granjas porque intuyen que el precio va a seguir subiendo en los próximos meses», argumenta la asociación de ganaderos.

En lo relativo a las condiciones propuestas, «las granjas gallegas seguimos recibiendo una retribución por nuestro leche inferior al del resto de comunidades y se están incrementando cada vez más las diferencias entre granjas vecinas», dicen. Los contratos de las industrias que más leche recogen en Galicia (por esta orden, Lactalis, Larsa y Leche Río) incluyen diferencias de precio de hasta 9 céntimos en litro, una horquilla que Agromuralla considera «desproporcionada e injustificada», oscilando los precios de 42,5 a 50,7 céntimos en el caso de Lactalis; entre 43 y 50,3 en Larsa y entre 44 y 53 en el caso de Leche Río.

«La finalidad de Agromuralla es defender al conjunto del sector, sean grandes o pequeños productores», aclaran, por lo que piden que las subidas se trasladen al precio base para que lleguen a todas las explotaciones y poner fin a una política que busca abaratar el coste medio de la leche».

DIFERENCIAS INJUSTIFICADAS ENTRE GRANJAS GRANDES Y PEQUEÑAS: «NO SE TRATA DE UNA BONIFICACIÓN A LOS QUE MÁS PRODUCEN SINO UNA PENALIZACIÓN AL RESTO»

En este sentido, para Agromuralla, la decisión de las empresas de basar el precio final de la leche que cobran las explotaciones en el volumen de entregas supone «una manera de castigar a las granjas pequeñas y medianas, la mayoría de las que hay en Galicia, y de abaratar por esta vía el coste medio de la leche que las industrias compran en la comunidad que más leche produce de España».

«La prima por cantidad que recogen la mayoría de los contratos no se trata de una bonificación a las granjas que más producen, sino de una penalización encubierta para el resto», argumentan.

El diferencial de precios según el tamaño de la explotación se incrementó con las últimas renovaciones de contratos hasta alcanzar los 9 céntimos de diferencia. Por eso, la asociación de ganaderas y ganaderos pide a la Administración gallega «que no se limite a actuar de mero observador» ante lo actual proceso de renovación de contratos y «que no permita prácticas abusivas en su territorio», controlando el diferencial de precio que tienen las granjas gallegas a respeto del resto del Estado y también entre sí, «no permitiendo que se castigue injustificadamente a las granjas pequeñas».

«Resulta injustificado que dos granjas vecinas de la misma parroquia, que entregan la leche a la misma empresa, una cobre la leche a 53 céntimos y la otra la 44 cuando el camión que les recoge la leche es el mismo», argumenta Agromuralla, que explica que «a nivel logístico, las pequeñas granjas también son útiles a las industrias para completar los camiones de recogida» por lo que consideran «una falacia el argumento del incremento de costes de transporte para penalizar a las granjas pequeñas».

UNIFICAR LOS CONTRATOS CON UN PRECIO BASE IGUAL PARA TODOS

Agromuralla defiende «un precio base igual para todos», con una unificación de las actuales disparidades en la conformación de precios en los contratos lácteos establecidos por las distintas empresas, así como en las distintas exigencias, y primas en base a la calidad de la leche entregada y no por el volumen de entregas realizado.

«Los incentivos deben establecerse por la calidad higiénico-sanitaria (grasa y bacteriología) y los porcentajes de grasa y proteína contenidas en la leche. El esfuerzo del ganadero en mejorar en cuestiones como instalaciones, manejo del ganado o alimentación tiene que ser valorado», defiende Agromuralla, algo que es independiente del volumen de entregas o el tamaño de la explotación.

Así se lo trasladará a la conselleria del Medio Rural en el Pleno del Observatorio Lácteo Gallego, que se celebrará en el mes de septiembre, y del que Agromuralla pasa a formar parte como entidad representativa del sector.

Asimismo, destacan que el escenario actual y de cara a los próximos meses es favorable a la subida de precios de la leche, debido al mantenimiento del consumo y de las cotizaciones de los productos industriales en los comprados internacionales y también a consecuencia de la caída de la producción tanto en Galicia como en los principales países productores europeos, donde están subiendo con fuerza los precios en este momento en países como Alemania, Holanda o Irlanda. Según el análisis realizada por Agromuralla, «el precio de los contratos que se firmen en agosto en Galicia debería situarse en los 53 céntimos, en sintonía con el resto de España y de Europa».

La situación actual de mercado de cara a la renovación de contratos de la leche: En mayo, el precio medio en Galicia fue de 48,8 céntimos, cuando la media española se situó en 50,1 céntimos y comunidades como Cataluña (50,7), Andalucía (50,9), Castilla y León (51,1) y Asturias (52) se situaron claramente por arriba del precio que cobramos en Galicia. El precio en los principales países productores europeos está subiendo con fuerza. En mayo el precio medio de la UE fue de 53,03 céntimos, con subidas significativas de más del 15% en Dinamarca (+19,8%), Holanda (+19,6%), Alemania (+18,6%), Irlanda (+17,9%), Polonia (+15,5%) e Italia (+15,2%).

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