EFE.- Los refuerzos han comenzado a realizarse gradualmente desde el 1 de junio y se prolongarán hasta el 30 de septiembre, aunque se estudiarán posibles prórrogas si las condiciones meteorológicas provocan un riesgo elevado de incendios más allá de esta fecha, según ha informado el Ejecutivo foral en una nota.

El pasado 1 de junio se sumó al equipo habitual de extinción de incendios de la Agencia Navarra de Emergencias (ANE) el personal de la brigada helitransportada y la semana pasada comenzó la incorporación escalonada de los 158 auxiliares contratados para la campaña estival, que a lo largo de este mes reciben formación sobre las tareas que deberán desempeñar en los parques de Cordovilla, Estella, Lodosa, Peralta, Sangüesa, Tafalla y Tudela.

El primer turno ya se ha incorporado a los parques de Cordovilla, Tafalla, Estella y Sangüesa y el segundo turno completará a partir del 27 de junio los efectivos adicionales destinados a estos cuatro centros y a los parques de Tudela, Peralta y Lodosa.

Estos auxiliares reforzarán la labor de los más de 400 profesionales de la ANE y los 145 bomberos voluntarios que colaboran con el Ejecutivo Foral en Aoiz, Bera, Goizueta, Leitza, Lesaka y Valcarlos.

Así, 44 de ellos ejercerán como conductores auxiliares, 90 como peones, 12 como asistentes de la brigada helitransportada, cuatro como conductores de esta brigada y ocho como vigilantes auxiliares de observatorio.

Además, el Gobierno foral dispondrá para las labores de extinción de incendios de la campaña de verano de un tercer helicóptero operativo desde esta semana, un avión de carga en tierra cedido por el Ministerio de Medio Ambiente -con base en el aeropuerto de Noáin y un radio de acción de 75 kilómetros- y un centenar de vehículos, entre autobombas y vehículos de transporte de personal.

Asimismo, se activarán cuatro puestos de vigilancia fija en Arangoiti, Montejurra, El Perdón y la Higa de Monreal.

Tanto la plantilla habitual de la ANE como el personal de refuerzo complementarán las intervenciones en emergencias con labores de prevención, que incluyen la vigilancia diaria de las áreas de riesgo desde puestos de observación fijos y móviles, el mantenimiento del material y la elaboración de previsiones riesgo de incendio en vegetación con la toma de datos de campo.

A estos trabajos se suma la labor preventiva que desarrolla el Gobierno foral, que en 2010 invirtió 8,6 millones de euros en acciones que reducen el riesgo de incendios.

De esta cantidad, 1,7 millones se dedicaron a intervenciones dirigidas a disminuir la presencia de material leñoso susceptible de incendio y a realizar mejoras en la gestión del monte que faciliten la actuación en caso de incendio (trabajos de silvicultura, creación o mejoras de balsas y puntos de agua a los que recurrir en caso de incendio).

Un total de 3,9 millones se dedicaron a subvencionar trabajos forestales dirigidos a minimizar el riesgo de incendios (desbroces preventivos, labores de mantenimiento de plantaciones jóvenes o clareos) y 3 millones de euros se destinaron a acciones de prevención de incendios indirectas.

Además, como ya es habitual y también con un fin preventivo, el Gobierno foral ha emitido hoy la orden foral que limita el uso del fuego en terreno rústico para evitar incendios estivales, que entrará en vigor el 1 de julio y estará vigente hasta su derogación, cuando el Ejecutivo Foral dé por finalizada la etapa de riesgo, en torno al otoño.

La orden restringe el uso del fuego para fines recreativos en el sur de Navarra y en el norte lo permite solo en las zonas habilitadas para ello.

Entre otras medidas, se limita además el uso del fuego en suelo no urbanizable como herramienta de trabajo y se establecen medidas preventivas para actuaciones que en las que el uso de maquinaria agrícola, vehículos a motor o la circulación por pistas forestales pueda incrementar el riesgo de incendios.

 

×