Para la organización agraria, según indica en un comunicado, "la guerra entre cooperativas de base y Acorex, no deben poner a los agricultores entre la espada y la pared, no se le puede obligar a un agricultor a tener que decidir qué normativa incumple".
Por eso, la Unión de Agricultores de Extremadura, llama "a la sensatez entre las partes", que arreglen sus diferencias, pero que "bajo ningún concepto amenacen o perjudiquen a los agricultores, que como son siempre la parte más débil, son los que pagan las consecuencias".
Asimismo, recuerdan que Acorex y las cooperativas que han pertenecido hasta la fecha a dicha entidad "tienen aún muchos intereses en común, por lo que la mejor manera de velar por los intereses tanto de los que se quieren dar de baja como de los agricultores que se quieren quedar es hacer las cosas de manera civilizada, examinando los compromisos y responsabilidades de cada uno y una vez analizados, el que se quiera separar del grupo sepa a qué atenerse, pero sin amenazas".