Estas enfermedades, cuya prevalencia tiene mucho que ver con el mal estado sanitario de la abundante fauna salvaje con la que conviven las vacas, están causando importantísimas pérdidas económicas en las ganadería y han provocado abandono de explotaciones en mayor medida que en otros territorios.
Según indica la organización agraria en un comunicado, "todo parece indicar que estamos ante un rebrote de la brucelosis, enfermedad que ya atacó fuerte en la zona al principio de la pasada década y que obligó a la vacunación de todos los rebaños".
Por ello, ASAJA considera probable que la decisión técnica que finalmente se adopte sea la de declarar la zona como de “especial incidencia de brucelosis” – en la actualidad ya tiene una declaración oficial de “especial incidencia de tuberculosis”-, lo que conllevaría que a nivel de municipios afectados se proceda a vacunar la totalidad de los animales y que se impongan las correspondientes restricciones en la salida de animales para cebo.