EFE.- Mientras que el año pasado la facturación media rondó los 30 céntimos de euros el kilo, este año ha remontado hasta los 39 céntimos que cobraron algunos agricultores a principios de campaña, aunque pronto cayó de nuevo a 36 céntimos, ha informado hoy Asaja en un comunicado.

Cuando el precio descendió de esta manera, la mayoría de los agricultores optaron por dejar de vender la aceituna y reservarla para molino porque este año se espera mejor precio.

El inicio de la campaña estuvo marcado por las condiciones de sequía que auguraban que la cosecha fuese menor que los aforos que se estaban haciendo hasta la fecha y llevó el precio a los 39 céntimos por kilo.

Una vez que comenzó la campaña se produjeron las copiosas lluvias de final de septiembre que cambiaron totalmente el panorama, ya que parcelas que no se iban a poder recoger para aceituna de mesa se pusieron en buenas condiciones, y el precio descendió hasta los 30 céntimos.

En otra campaña se hubiera seguido vendiendo a este precio, pero este año el destino de la aceituna estaba condicionado por el precio que estaba tomando el aceite, que ha ido mejorando, con lo cual gran parte de los agricultores decidieron dejar de recoger y ceñirse sólo a sus cupos en cooperativas dejando el resto para recogerla más tarde y destinarla a molino.

Esta situación, junto a las lluvias prolongadas de los primeros días de noviembre, han hecho que la cosecha sea incluso algo menor, una situación que ha beneficiado ya que así se han limpiado los almacenes, que estaban bastante llenos, según Asaja.

Otras nota positiva es que en los dos meses que van de campaña se han animado las ventas, al haberse comercializado un total de 94.350 toneladas, de las que 56.910 toneladas se han destinado a la exportación y 37.440 toneladas al mercado interior.

El mercado de la aceituna de mesa está muy influenciado por la cosecha de cada año, ya que en los últimos años hay más aceituna de la que al final se comercializa y, por tanto, las cantidades que quedan como existencias presionan mucho el mercado a la baja.

La única forma de regular este mercado es reduciendo la cosecha, algo que depende de los agricultores o aumentando las ventas, lo que se está intentando a través de la promoción.

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