La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos manifiesta su respaldo a la aplicación de una norma de comercialización de aceite de oliva que proteja especialmente al olivar tradicional, aunque rechaza «la autorregulación voluntaria dada la falta de madurez de una parte de los operadores de España” y recuerdan que en la actual campaña, en la que con una producción que va a ser inferior al nivel de comercialización total “se han hundido los precios en origen”.

Tras dos campañas con una producción de aceite de oliva muy limitada, la previsión de una campaña amplia, con un dato de producción de 1,4 millones de toneladas ha provocado un “terremoto” en el mercado del aceite de oliva y principalmente en el olivar tradicional. Ante esta situación, y a petición de UPA, el Ministerio de Agricultura inició hace unas semanas el trámite que establecerá los requisitos de aplicación del artículo 167 de la OCM única, que permite a los Estados Miembros de la Unión Europea crear normas de comercialización para regular la oferta con el fin de mejorar y estabilizar el funcionamiento.

UPA, en su respuesta a dicha consulta, ha manifestado la necesidad de poner en marcha dicho mecanismo coincidiendo con el inicio de la nueva campaña de comercialización, el próximo mes de octubre. “Pensamos que la autorregulación voluntaria no sería un mecanismo eficaz, dada la falta de madurez de una parte de los operadores de España”, han asegurado desde la organización agraria, que pone como ejemplo la actual campaña, en la que con una producción que va a ser inferior al nivel de comercialización total “se han hundido los precios en origen”.

“Nos encontramos ante un sector atomizado, pero donde tres o cuatro operadores imponen el nivel de precios en el que se mueven las cotizaciones en origen”, han señalado.

DIFERENCIA EL OLIVAR TRADICIONAL

UPA ha expuesto a Agricultura la necesidad de trabajar en una diferenciación del aceite de oliva procedente de olivar tradicional: “En estos momentos el sector productor sabe identificar un olivar tradicional, pero es imposible que el consumidor final lo pueda hacer”. La organización propone avanzar en la identificación del aceite de oliva que procede de olivar tradicional, “evitando en lo posible que se convierta en una herramienta más de marketing sin respetar unos criterios homogéneos en todas las zonas de producción”.

La organización agraria ha señalado también la regulación del rendimiento de extracción de aceite, la fijación de un rendimiento máximo de aceituna por hectárea o la planificación de la producción mediante la cosecha temprana, como posibles medidas de regulación que posibiliten cumplir los objetivos perseguidos en la aplicación del artículo 167 bis y que pudieran llegar a ser desarrolladas en el futuro.

“Estas acciones trascenderían el carácter coyuntural de reequilibrio de mercado mejorando la comercialización del aceite de oliva con base en su calidad y un mayor potencial de mercado”, han concluido.

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