Esta iniciativa se desarrolla en el marco del convenio suscrito por la Junta con la Fundación La Caixa y el Instituto Catalán de Ciencias del Clima para el desarrollo del proyecto ClimaDat que tiene como objetivo impulsar y realizar actuaciones de investigación sobre el Cambio Global en Andalucía. Los datos que se obtengan se integrarán en la Red de Información Ambiental de Andalucía (REDIAM), como indicadores complementarios a los ya existentes para el seguimiento y análisis de tendencias del cambio global en la región.

   En este sentido, Luis Planas ha recordado que Andalucía ha sido pionera a escala nacional en la lucha contra el cambio climático al poner en marcha en 2002 una estrategia para mitigar las causas y efectos de este fenómeno global. Para la consecución de estos fines el Gobierno andaluz aprobó en 2007 el Plan Andaluz de Acción por el Clima, que ha permitido “reducir las emisiones de CO2 en un 19 % en relación con 2003”.

   Junto a este Plan de Acción, las políticas de adaptación han sido, según el titular de la Consejería, otro de los ejes estratégicos en la actuación de la Junta de Andalucía para combatir los efectos del cambio climático en esta comunidad. En la actualidad, la Consejería desarrolla un Programa de Adaptación al Cambio Climático, destinado a minimizar los efectos negativos de este fenómeno en todo el territorio andaluz, una de las zonas más vulnerables de Europa. Con esta iniciativa, Andalucía se convierte también en la primera comunidad autónoma en elaborar sus propios escenarios climáticos de futuro y en diseñar una serie de medidas para asegurar un desarrollo sostenible, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y evitar impactos irreversibles en los ecosistemas naturales.

Un anteproyecto de ley andaluz de Cambio Climático

   Tras destacar el compromiso del Gobierno andaluz en su lucha contra el cambio Climático, el consejero ha declarado que su departamento está elaborando un Anteproyecto de Ley de Cambio Climático de Andalucía  para, entre otros objetivos, promover la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, favorecer el incremento de la superficie de sumideros naturales de CO2 y contribuir a la adaptación del territorio andaluz a los potenciales impactos del cambio climático.

   Según los informes a escala global presentados por el Panel In-ternacional sobre el Cambio Climático (IPCC) los efectos de este fenómeno serán especialmente evidentes en las regiones más áridas de latitudes medias, como es el caso de Andalucía, que sufrirán aumentos de temperatura y reducción general de las lluvias.

    Así, los escenarios de cambio climático para nuestra región, elaborados por la REDIAM en base a los modelos utilizados por el IPCC, prevén que para el periodo comprendido entre 2041 y 2070 se incremente la temperatura media anual entre 2º y 2,5º, y disminuyan las precipitaciones en torno al 16% respecto a las actuales, reduciéndose éstas principalmente en otoño, donde el volumen de lluvias puede reducirse un 33%.

   Si estas predicciones, elaboradas a escala local, se cumplen a finales del siglo XXI el escalón diferencial de Sierra Morena con respecto al Valle del Guadalquivir podría desaparecer y homogeneizar el comportamiento climático de las montañas Béticas y de las Sierras del Estrecho. Del mismo modo, estos cambios podrían tener una incidencia directa en la distribución de especies forestales tan emblemáticas como el pinsapo, estudiadas por la Consejería a través de la REDIAM y que constituyen un elemento clave para el diseño de medidas en los planes de conservación de dichas especies.

   Por último, el consejero ha recordado que el Parque Natural Sierras de Grazalema, la primera Preserva de la Biosfera que se declaró (1977) en España, se caracteriza por ser una de las áreas de más valor ecológico en el sur peninsular.

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