En todo caso, Bértolo reconoció que los representantes legales de la empresa se han visto obligados a recurrir al administrador concursal "recientemente nombrado", el economista Javier Reigosa, y a pedir "auxilio judicial al Juzgado" de lo Mercantil, para evitar que la empresa suministradora le cortase el abastecimiento de gas a la fábrica de Outeiro de Rei.
Según el abogado, había una "amenaza de corte de suministro por parte de la empresa del gas" que, de ejecutarse, "podría afectar de forma muy negativa a la capacidad operativa de la planta", lo que "impediría retomar el proceso de fabricación durante mucho tiempo" y podría "comprometer el convenio" en el que se está trabajando para reflotar Alimentos Lácteos.
Con respecto a ese convenio, afirmó que "de momento" la empresa está "intentando hacer los contactos previos, en este nuevo escenario".
"Tenemos confianza en llegar a conseguirlo, siempre y cuando no se produzcan situaciones como ésta, que puedan poner en tela de juicio el proceso de fabricación y, al final, impidan llevar a cabo un convenio", añadió.
A su juicio, "si no se puede poner la planta en funcionamiento porque algunas de las empresas o personas implicadas en esto, como acreedores o proveedores, no colaboran, la cosa se complica. Por eso, esta petición que hemos hecho al juzgado no tiene otra finalidad que hacerse en ventaja de toda la masa acreedora", concluyó.