De hecho, Martín confirmó que la empresa ya tiene un "preacuerdo con Pascual" y financiación por parte de la Xunta de Galicia, pero ese acuerdo no se activará hasta que Alimentos Lácteos sea capaz de "reestructurar su deuda".
"En eso estamos", afirmó Martín, quien insistió en que la "intención" de la dirección es "continuar" y "que Alimentos Lácteos tenga un futuro".
Con respecto al ERE, matizó que es una forma de "garantía salarial" para los trabajadores mientras "no se busca una solución" a la actual situación de la empresa. También recordó que la compañía no tiene "grandes deudas" con sus trabajadores, dado que sólo está pendiente de cobro la nómina del "mes corriente" y la "paga extra de Navidad".
Piden garantías
Por su parte, el secretario comarcal de la FGAM-CIG de Lugo, Christian López, ha confirmado que la planta de Alimentos Lácteos en Outeiro de Rei paró su actividad el pasado fin de semana y ha iniciado contactos para aplicar un ERE temporal que afectaría a toda su plantilla, ante lo que los empleados exigirán "garantías".
López Carmona ha informado a Efe de que, en principio, la empresa plantea esta suspensión de actividad y el propio expediente de regulación de empleo temporal como "una medida transitoria", a la espera de que fructifiquen las negociaciones para poner en marcha un nuevo proyecto industrial que permita reflotar el negocio.
Sin embargo, el dirigente sindical expresó abiertamente sus dudas sobre la aplicación de ese ERE, que afectaría a los 81 trabajadores de la plantilla, porque los propios trabajadores "no entienden" que esa "solución transitoria" pase "por dejar la factoría" sin ninguna actividad.
"Nos parece muy arriesgada la suspensión y paralización total de la fábrica", ha añadido el dirigente sindical, porque "después será mucho más dificultoso volver a arrancar el proyecto".
También se quejó López Carmona de la actitud del Gobierno gallego, porque ha dicho que los trabajadores "no acaban de ver cuál es el posicionamiento de la Xunta de Galicia" ante la situación de la empresa.