Hablar de la almendra y el pistacho es hablar de futuro. Aunque la apuesta por estos cultivos viene de lejos, la gran sequía que azotó California hace dos años disparó su precio y sobre todo su imagen, consolidándose como alternativas con mucha rentabilidad en unos momentos en los que los precios en origen de la mayoría de los cultivos no pasaba, ni pasan, por su mejor momento.
Y aunque el mercado californiano se ha recuperado, tirando los precios a la baja desde que comenzara el año, esto no frena que siga siendo un cultivo especialmente atractivo para muchos agricultores, que prefieren apostar y esperar a que se conviertan en esa realidad rentable que lleva tiempo buscando. Por eso, pese a la caída de precios, no existe alarma, aunque sí preocupación, ya que son conscientes de que todo lo que produzcan acabará teniendo salida en los mercados.
Pese a todo, es justo destacar que esta última semana los precios han vuelto a caer. Sólo en la Lonja de Albacete, otros 15 céntimos de media en todas las categorías, situándose en una horquilla que va de desde los 5,25 euros/kilo la Comuna a los 8,50 de la Marcona.
La apuesta de Andalucía por el almendro, que ya abarca el 28% nacional
Conscientes de que se trata de un cultivo de futuro y, en muchos casos, capaz de convertirse en una alternativa rentable, desde UPA Andalucía se está apostando por estos cultivos, con charlas informativas para que los agricultores conozca sus virtudes y sus problemas.
Hay que tener en cuenta que el cultivo del almendro cuenta con una gran superficie y tradición en Andalucía, con unas 150.000 hectáreas, la región de mayor implantación (28%), superficie que crece año tras año. La mayoría de las plantaciones tradicionales están ubicadas en zonas con graves limitaciones edafoclimáticas y en secano. La expansión del cultivo se está dando tanto en las zonas tradicionales como en otras que no lo eran, normalmente bajo buenas condiciones de cultivo y puesta en riego, que está alcanzando un alto nivel productivo y de rentabilidad.
Los niveles productivos suelen oscilar de media entre 300 y 500 kg por hectárea de almendra grano, si bien, bajo buenas condiciones de suelo, lluvia y un adecuado manejo, pueden situarse por encima de los 1.000 y el futuro que se prevé para este tipo de plantaciones al menos a corto y medio plazo es bueno, aseveran desde UPA Andalucía.
Tras el boom del almendro, otro fruto seco, el pistacho, está llamando con fuerza a las puertas de la agricultura andaluza. Las provincias con climas más fríos como Jaén o Granada e incluso las zonas altas de Málaga y Almería, fueron las primeras en iniciarse en este cultivo, al que ahora se están sumando agricultores de Córdoba y Sevilla.
El pistacho se presenta como la gran alternativa al olivar en muchas regiones
Desde UPA Andalucía aseguran que el cultivo del pistacho puede ser una buena alternativa al olivar, adaptándose bien a nuestro clima y a los suelos calcáreos, siendo una buena alternativa a zonas de sierra donde el olivar es un cultivo que tienen un margen de beneficios escaso. Del mismo modo, se ha de tener en cuenta que las labores no son coincidentes en el tiempo con el olivar (recolección, poda, etc…), por lo que permite la diversificación.
La producción en secano es de entre 800 y 1.200 kilos y en regadío se puede llegar a 1.500 o 1800. Es un cultivo que para su correcto desarrollo tiene la necesidad de contar entre 800 y 1.000 horas de frío, en función de la variedad que se plante.
La parte negativa de la plantación del pistacho es que los plantones son caros, casi cinco veces más caros que los de olivo, y que la crianza es complicada, con bastantes labores de injerto y poda, aunque esto se puede suplir comprando los plantones ya injertados. El coste para comenzar el cultivo es de unos 6.000 euros por hectárea para los primeros cinco años, hasta que empieza a producir.
Lo que está animando a los agricultores a invertir en el pistacho es el buen precio que tiene actualmente el fruto, unos 7 € el kilo, y las perspectivas de mercado en una Europa deficitaria que importa el 90 % de lo que consume. Los grandes productores de pistacho son actualmente Irán con 300.000 hectáreas, y Estados Unidos, con 100.000, así que los proveedores están todos bien lejos y en Europa sólo España y algún otro país del sur tiene las condiciones climáticas que necesita el pistacho.
UPA Andalucía afirma finalmente que “tenemos en nuestras manos un futuro próspero para el pistacho a nivel andaluz y se necesita que las administraciones apoyen e impulsen este cultivo, para convertirlo en una alternativa viable. Debemos aprovechar la calidad del pistacho español, al ser más sabroso que el americano, con más calidad sanitaria que el iraní y con un gran potencial medioambiental».