El Gobierno de Argentina ha anunciado una cosecha récord de trigo para la campaña 2016-2017, de 18,3 millones de toneladas, con un crecimiento del 62% respecto al año pasado, informaron fuentes oficiales, que destacaron el acierto del Ejecutivo al apostar por la reducción de los gravámenes a la exportación.
«Esta es la cosecha más importante en la historia de la República Argentina y para nosotros es un punto de partida en la gestión», explicó el ministro de Agroindustria del Gobierno de Mauricio Macri, Ricardo Buryaile, en una rueda de prensa.
Los datos superan las previsiones del Ejecutivo e implican un saldo exportable de 11 millones de toneladas y un aumento del 45% del área sembrada.
El récord se alcanza, además, a pesar de que muchas de las zonas productivas más importantes del país se vieron afectadas por muy malas condiciones meteorológicas durante el año.
Las caídas en esos lugares se vieron compensadas por aumentos en otros lugares de Argentina, que se cuenta entre los mayores productores de trigo del mundo.
«Siempre apostamos al sector agropecuario pensando en que es un sector dinámico, un sector creciente, pujante», recalcó el funcionario, quien además consideró que las cifras demuestran que el Gobierno «no se equivocó» con las medidas adoptadas en su primer año de mandato, como la reducción de los gravámenes a la exportación.
Para Buryaile, los resultados se consiguen porque se ha dado «previsibilidad» a los productores y se han abierto hasta 20 nuevos mercados internacionales.
Se prevé que la cosecha de maíz superará los 40 millones de toneladas, con un saldo exportable de 24 millones
«Después de 20 años el país ha recuperado una rotación balanceada entre gramíneas y soja que es lo que va a permitir tener sostenibilidad de los rendimientos en el mediano plazo y seguir creciendo», apuntó por su parte el subsecretario de Agricultura, Luis Urriza.
El Ministerio de Agroindustria avanzó también otras cifras que aún no están en firme, como que la cosecha de maíz superará los 40 millones de toneladas, con un saldo exportable de 24 millones de toneladas.
En esta campaña 2016-2017, el Ejecutivo argentino estima que se podrá alcanzar el objetivo de llegar una cosecha total -entre todos los cultivos- de 130 millones de toneladas.
Buryaile también hizo valoraciones sobre otros asuntos, como la intención del Gobierno de profundizar las reformas fiscales para eliminar impuestos «injustos» para los productores o la paralización de la importación de limones argentinos ordenada por el Gobierno de Donald Trump.
Tanto en cuanto a la exportación de limones como al proceso para reiniciar la venta de carne argentina a Estados Unidos (suspendida desde 2001 por restricciones sanitarias que se levantaron el año pasado), Buryaile consideró que su país adoptó todos los pasos sanitarios y legales necesarios, por lo que espera que haya novedades favorables en las próximas semanas.
Asimismo, reconoció que fue un año de problemas en otros sectores, como el de la lechería, con una fuerte caída de la producción.
«Es un problema de toda la cadena», indicó Buryaile, que manifestó también que el Gobierno está dispuesto a «ayudar» a actores en problemas, como la destacada cooperativa láctea SanCor, que atraviesa una fuerte crisis, bajo condiciones de reestructuración de la compañía.
Por último, anticipó que el Ministerio prepara un sistema de coberturas «que mitigue el daño que sufren los productores» cada año por las malas condiciones climáticas, que actualmente mantienen a 16 de las 23 provincias argentinas en situación de «emergencia agropecuaria».