El Gobierno marroquí advirtió este lunes 6 a la Unión Europea de «graves consecuencias en el plano socioeconómico», incluida la cuestión migratoria, en caso de que se pongan trabas a la aplicación del acuerdo agrícola que liga a Marruecos con la UE.
En un comunicado divulgado por el Ministerio marroquí de Agricultura, de tono inusualmente duro, se recuerda que «la Comisión Europea y el Consejo Europeo tienen la responsabilidad de neutralizar los intentos de perturbación con posturas y discursos claros y coherentes».
En la nota no precisa a qué se refieren «los intentos de perturbación», pero observadores apuntan a que podrían deberse a las declaraciones del Comisario de Energía y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, del pasado 31 de enero, en las que aludió al «estatus distinto y separado del territorio del Sáhara Occidental según el derecho internacional».
Rabat exige aplicar el acuerdo como se firmó, pese a las sentencias judiciales, y no aceptarán «trabas» a su puesta en marcha
El acuerdo agrícola firmado en 2012 entre Marruecos y la UE fue parcialmente invalidado por el Tribunal General de la UE precisamente por incluir el territorio del Sáhara Occidental, lo que causó gran enfado en Marruecos, pero la sentencia fue invalidada el pasado diciembre por el Tribunal de Justicia Europeo en un fallo inapelable.
Según dijeron a Efe fuentes oficiales marroquíes que pidieron no identificarse, para Marruecos eso significa que el acuerdo agrícola se aplica tal como fue firmado, sin que le afecten la sucesión de fallos jurídicos, por lo que no aceptarán «trabas» a su puesta en marcha del tipo que sean.
Estas fuentes apuntaron, sin dar más datos, a las distintas «trabas y molestias» que los «productos marroquíes» están encontrando en las últimas semanas y que podrían significar que hay una nueva interpretación europea del acuerdo agrícola.
En el comunicado, el Ministerio de Agricultura va más lejos al vincular la cuestión agrícola con la migratoria: «Toda traba a la aplicación del acuerdo es un atentado directo a miles de empleos a uno y otro lado en sectores extremadamente sensibles, así como un riesgo real de que se retomen los flujos migratorios que Marruecos ha logrado gestionar y contener a costa de un esfuerzo continuo».
Además, las advertencias incluyen el aviso de que, si el país magrebí se ve afectado por «perjuicios que ponen en peligro un edificio de cooperación (con la UE) construido durante años, no tendrá otra opción sino la de girarse (a otro lado) y acelerar sus acuerdos iniciados con países y regiones diversas», entre las que cita a Rusia, China, India, Japón o los países del Golfo.
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