Ante «las numerosas las desinformaciones» que en los últimos días se están trasladando sobre la formación al alza de los precios de determinadas frutas y algunas hortalizas por culpa del frío y deldescenso de la producción, el sector se ha hartado de que se insinúe que los productores se están beneficiando de esta situación, dejando claro que «los agricultores no se están forrando con la subida de precios de las hortalizas».

De hecho, como señalan desde UPA, «¿de qué nos sirve que las berenjenas estén caras si no tenemos berenjenas para vender?», a la vez que apunta a la coincidencia de múltiples factores para explicar estas subidas, pero recuerda que los agricultores «están muy lejos de poder controlar el mercado» y recuerda que las verduras «no son tornillos», pues su producción depende de la meteorología.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha analizado la situación de escasez de producto en toda Europa debido a la ola de frío. Situación que ha ralentizado el ritmo de los cultivos y ha provocado que las cotizaciones de productos como tomates, lechugas, pepinos, pimientos, calabacines y berenjenas, entre otros, se hayan incrementado en origen en porcentajes que rondan el 50%, llegando a duplicarse en algunos casos.

Se afrontan pérdidas importantes de producción debido al frío, que “en ningún caso se resarcen” con la subida de precios

UPA cree que el modelo español de invernaderos en su mayoría pequeños, medianos y de carácter familiar conforman un mercado con múltiples actores que funciona “mejor que cualquier otro de Europa”. Los consumidores españoles y europeos “deben ser conscientes de que las verduras no caen del cielo”, y de que el trabajo de los agricultores “es imprescindible para que la sociedad se alimente y funcione”.

Los agricultores están afrontando en todo caso unas pérdidas importantes de producción debido al frío, que “en ningún caso se resarcen” con la subida de las cotizaciones. En todo caso, UPA ha asegurado que “con un sistema controlado por unas pocas manos, el consumidor estaría más indefenso”. En todo caso, UPA ha pedido que “más que amenazas desde el Ministerio de Agricultura”, lo que necesita el sector es una AICA que funcione y dé estabilidad al mercado.

La organización de agricultores ha señalado que el sector de las hortalizas en España es un “sector puntero” que a pesar del intenso frío y las nevadas ha seguido suministrando producto, sin haber en ningún caso desabastecimiento.

UPA ha recordado que los alimentos no son un producto industrial, cuya producción esté perfectamente ajustada a la demanda. “Los consumidores deben ser conscientes de que no fabricamos tornillos. Trabajamos mano a mano con el sol, la lluvia y las temperaturas. Dependemos de la meteorología para hacer nuestro trabajo”, han explicado ante esta subida de precios.

ASAJA recuerda que los contratos se firman una semana antes y que «la distribución siempre mantiene sus márgenes»

Desde ASAJA Almería también se ha querido recordar que la ola de frío se ha ensañado de forma especial e inusual, provocando la pérdida de su cosechas a miles de agricultores que actualmente se han quedado sin recursos y otros que se ven afectados por la merma en sus producciones. Esta situación hace que el desajuste entre la oferta y la demanda sea desproporcionado, y todo esto se traslade al establecimiento de los precios en los lineales de los supermercados con una subida de precios.

Por otro lado cree que es importante que se sepa que los contratos, obligatorios en la cadena agroalimentaria española, se firman semanalmente y siempre en la semana anterior, y que «los precios se forman según la oferta y la demanda diaria ocasionando en la mayoría de los casos grandes pérdidas a los productores que durante la campaña ven que en pocas ocasiones las cotizaciones de los productos superan los costes de producción».

También ven conveniente añadir que la distribución de alimentos «siempre mantiene su margen, y que cuando se presiona para que los precios al consumidor bajen estas distribuidoras bajan  inmediatamente los precios en origen del producto obligando a sus proveedores, entre ellos el agricultor a entrar en las ofertas entregando la misma cantidad de producto a la mitad de precio, es decir a cubrir ofertas del tipo 2×1».

Tal y como ha  quedado demostrado en el análisis de la cadena de valor en España el productor es el eslabón más débil de la cadena y en ningún caso es el que pone precio al producto del campo ya que es la distribución quien lo pone para el productor y para el consumidor según criterios de oferta y demanda de producto. Ésta situación de indefensión la llevamos denunciando en ASAJA desde hace años, en las que los agricultores se ven obligados a vender a pérdidas, una práctica prohibida incluso por la Ley de competencia.

Por todas estas cuestiones desde ASAJA «animamos a la AICA a que efectivamente vigile el cumplimiento del código de buenas prácticas alimentarias, y de la conocida como Ley de la Cadena y que nuestros representantes políticos se tomen con el mismo interés con el que se está tomando la subida de precios de algunas frutas y  hortalizas otras subidas de consumos que afectan directamente a todos los hogares españoles (electricidad y carburantes), y que por tanto afectan directamente a la subida del IPC, y donde el poder de dominio de las suministradoras deja en desamparo a los consumidores finales, entre ellos los propios agricultores y ganaderos».

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