Una veintena de localidades españolas mostaron ayer su rechazo a los acuerdos comerciales de la Unión Europea como el del CETA con Canada, con el TTIP con Estados Unidos, o el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA, por sus siglas en inglés). Sevilla, Cádiz, León, Salamanca, Santander y un largo etcétera se sumaron a otras ciudades europeas. Fueron unas protestas no precisamente muy multitunidarias, pero sí representativas de que existe un gran malestar por estos acuerdos por una parte de la sociedad con el respaldo de algunas organizaciones agrarias.
Dentro de las movilizaciones del Día Europeo de acciones descentralizadas contra el CETA, Salamanca vivió el paseo contra el CETA convocado por la Plataforma Marchas de la Dignidad-No al TTIP. Las paradas del paseo estuvieron amenizadas por las explicaciones referidas al CETA mezcladas con los trucos de magia de Fernando Saldaña. En las escalinatas del Palacio de Anaya, Ramón García hizo referencia a los perjuicios del CETA sobre la educación pública, la difusión de contenidos culturales o las facilidades que tendrán los cazadores de patentes.
La parada del Mercado Central sirvió para que Rosa Pinto explicara los efectos para la agricultura y ganaderia local, la insuficiente protección de los consumidores y usuarios o el daño que sufrirá el pequeño comercio. En la Plaza Mayor frente al Ayuntamiento, Marisol Muñoz hizo referencia a cómo se hará mas complicado el revertir los procesos privatizadores por las administraciones municipales o la dificultad para incluir cláusulas sociales o ambientales en la contratación pública. Fernando de Castro se encargó de cerrar el acto con la lectura del manifiesto de esta jornada en la Plaza de Liceo.
Ante ello, el miembro de Izquierda Unida Sergio Tamayo ha indicado que «muchas» organizaciones, como Cantabria por lo Público y sin Recortes, se están movilizando para explicar a los ciudadanos lo que conlleva este tratado e intentar que, por «presión social», no sea ratificado por los parlamentos nacionales.