La comarca de Aliste, en el oeste de la provincia de Zamora y en la frontera con Portugal, pedirá a la Junta de Castilla y León una regulación que permita actuar contra el furtivismo micológico, en especial después de que varias cuadrillas de extranjeros hayan arrasados en los últimos días la zona recolectando entre 600 y 1.00 kilos diarios de hongos sin licencia.
Así se lo trasladará el presidente de la Mancomunidad Tierras de Aliste, senador del PP y alcalde de Trabazos, Javier Faúndez, al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en una reunión que ha solicitado.
Faúndez pedirá al responsable de Medio Ambiente que el nuevo decreto de regulación micológica que la Junta de Castilla y León tiene previsto poner en marcha en 2017 permita que se puedan decomisar en tránsito las setas recogidas de manera irregular.
Cuadrillas de extranjeros, con unas 150 personas principalmente rumanas, se asientan en la zona y provocan graves pérdidas
Además de un soporte normativo «suficiente» para que las fuerzas y cuerpos de seguridad puedan actuar contra la recolección ilegal, solicitará a la Consejería que se establezcan medidas disuasorias que sirvan para frenar el furtivismo.
Estas demandas al Ejecutivo autonómico se producen después de que cuadrillas de extranjeros, con unas 150 personas, principalmente originarias de Rumanía, hayan permanecido en la comarca durante las últimas tres semanas para recolectar níscalos en los montes sin contar con permiso de recolectores.
La zona está regulada desde hace años, con municipios que pertenecen al proyecto regional Micocyl y otros que cuentan con su propia normativa.
Desde la existencia de esta regulación, la comarca no había sufrido problemas de furtivismo micológico, pero este año la temporada de níscalo ha sido mejor que en otras provincias y el hongo ha alcanzado precios altos en el mercado, de entre 12 y 15 euros el kilo.
Estos factores, según denuncia la Mancomunidad Tierras de Aliste, han atraído a la provincia zamorana a grupos de extranjeros que se han alojado en Alcañices, la cabecera de la comarca, y que han recogido al día en los pinares productores de níscalo entre 600 y 1.000 kilos diarios del hongo sin contar con ningún tipo de permiso.
La recogida ilegal de unos recursos que se consideran muy importantes en la comarca ha molestado a vecinos y a alcaldes alistanos, que denuncian las pérdidas que supone la llegada de estos recolectores tanto para las rentas familiares como para las cuatro industrias micológicas que hay asentadas en la zona.
Estas fábricas, según ha explicado Javier Faúndez, han registrado una pérdida importante de puestos de trabajo esta temporada al no ir a parar a sus instalaciones las setas nacidas en los montes de Aliste.
La sensación que queda en la comarca es de «impunidad» para estos recolectores sin licencias
El alcalde de Trabazos ha lamentado que la normativa actual establezca que la mercancía recogida de forma irregular solo pueda ser decomisada en el monte y no una vez que las furgonetas cargadas de níscalos salen a la carretera.
Son de estas «lagunas» que existen en la normativa de las que se «aprovechan» estos grupos de furtivismo micológico, que según explica, llegan a la comarca «inducidos» por comercializadores a los que presuntamente entregan la mercancía conseguida al acabar la jornada.
La sensación que queda en la comarca es de «impunidad» para estos recolectores a pesar del incremento de la vigilancia por parte de la Guardia Civil y de los agentes forestales del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora.
También se han presentado denuncias, que según explica el presidente de la Mancomunidad, el único efecto que tienen, «en el peor de los casos», es la pérdida de la mercancía