El sector agroalimentario observa con atención la cumbre de Marrakech (COP22). España considera que los compromisos internacionales contra el cambio climático son costosos pero suponen una oportunidad para ganar competitividad.
Las organizaciones Asaja, Coag y Upa explican a Efeagro sus reivindicaciones, marcadas por el miedo a una decisiones «equivocadas» pero conscientes de que se debe actuar.
La ministra española de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina ha expresado en Marrakech el “compromiso total” de España para aplicar con medidas concretas el Acuerdo de París de 2015 contra el cambio climático. Durante su intervención en la reunión de la Conferencia de las Partes del Acuerdo de París, Tejerina subrayó que España está “completamente comprometida” con los retos diseñados por el compromiso alcanzado en París en 2015.
Tejerina añadió que España se ha comprometido a duplicar sus aportaciones a la lucha contra el cambio climático para alcanzar 900 millones de euros en 2020, y movilizar iniciativas “puntuales” destinadas a ayudar a combatir el cambio climático en en África y Latinoamérica.
La ministra española calificó la cumbre de Marrakech de “un punto de inflexión” que sirve a pasar a la acción a la hora de implementar los principios fijados por pacto de de París, que ya ha sido ratificado por al menos 110 países, que representan al menos un 75 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un reto para ganar competitividad pero con lamirada puesta en la pac
En Madrid, el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio, Fernando Miranda, ha defendido que el sector agroalimentario se verá obligado a aplicar modificaciones para adaptarse al cambio climático, un proceso que tendrá costes económicos pero que es necesario para cumplir con los compromisos y que supone una oportunidad para ganar competitividad.
Comercializar alimentos con la garantía de que en su producción se han utilizado menos recursos o sin haber emitido dióxido de carbono a la atmósfera comienza a ser ya hoy un argumento utilizado en otros países europeos a la hora de promocionar sus ventas.
“Muchos de nuestros competidores van a utilizar el respeto al medio ambiente como factor de diferenciación, y tenemos que estar atentos para que nuestros productos también sean compatibles con el medio ambiente y seguir así siendo líderes en muchas categorías”, ha subrayado Miranda. Ha citado casos como el de Irlanda, donde dirigen la mayor parte de su investigación al estudio de cómo pueden emitir menos gases contaminantes a la hora de producir carne, o el de Holanda, que ya presume de cultivar tomates que consumen menos agua y trabaja en invernaderos con “emisiones cero”.
“La Política Agraria Común (PAC) tiene que ser más ambiciosa en materia de medio ambiente”, ha declarado Miranda a Efeagro. Ha recordado, asimismo, que España se ha comprometido a reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 26 % hasta 2030.
Las organizaciones agrarias piden actuaciones firmes pero que no reaiga sobre ellas el costes de las mismas
El presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, ha defendido el papel de los productores en la lucha contra el cambio climático. Ha manifestado que la cumbre “no puede pasar desapercibida para el campo español o europeo”.
Ha señalado que utilizar a la agricultura de forma política y culpabilizar al sector para contabilizar los gases de efecto invernadero “no es la solución”, porque se trata de una actividad que respeta “religiosamente” los requisitos ambientales.
El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel Blanco, ha manifestado que el productor se ve “doblemente amenazado”, porque a su juicio las políticas que se debaten en Marraquech plantean “soluciones equivocadas”.
Según COAG, la agricultura se convierte en una “unidad de contabilidad” que permite que las emisiones continúen o incluso aumenten. COAG se ha sumado a la declaración “Nuestra tierra vale más que su carbono”, impulsada por la Confederation Payssane, para pedir “una reducción inmediata” de los gases de efecto invernadero”.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha solicitado al Gobierno medidas “con presupuesto suficiente” para la adaptación y mitigación del cambio climático. “Desde UPA exigimos a la ministra y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que sean conscientes de la necesidad de impulsar políticas firmes”.
“Los agricultores, ganaderos y, en general, los habitantes del mundo rural estamos siendo ya el grupo social y profesional más afectado por un fenómeno que ya se deja sentir de forma clara en nuestro día a día”, según UPA. Además, ha pedido que el esfuerzo global por reducir las emisiones “se racional y justo entre los diferentes sectores”.
Desde la patronal de la distribución Asedas -que agrupa a Mercadona, DIA y varias cadenas de supermercados regionales- han señalado que esta adaptación entraña “costes”, por lo que estos procesos de mejora deben ser exigidos de forma “sensata”.