Una cosa está clara. Haya pasado lo que haya pasado en el seno de la UPA-UCE con los fondos europeos del asesoramiento agrario, y que ha provocado que su secretario general regional y el secretario de Organización hayan ingresado en la cárcel, la dirección federal de la Unión de Pqueños Agricultores se ha volcado con la organización. Y eso les honra, porque lo fácil hubiera sido marcar distancias a la espera de acontecimientos.
Y mientras ven cómo el resto de formaciones no van a darle ni un ápice de aire a la UPA-UCE en el tema del aplazamiento de las elecciones al campo extremeño, la dirección federal no sólo ha estado a pie de campo en todo momento y en el sentido literal, con Lorenzo Ramos a las puertas de los juzgados en todo momento, sino que la Comisión Ejecutiva Federal de UPA se reunirá este martes en Mérida, con el objetivo de analizar la situación generada tras el proceso iniciado contra la organización y a la que acudirán todos los secretarios regionales de UPA en toda España.
Está claro que no están dispuestos a dejar en la estacada a sus compañeros y que más allá de recurrir judicialmente las resoluciones quieren dejar patente que les apoyan sin fisuras y defienden la gestión realizada. Todo un gesto que se debe valorar en su justa medida.