Cuando se le pregunta, José Luis Sánchez lo tiene claro y responde sin dudas que se dedica a la ganadería aunque, eso sí, en las instalaciones de su empresa no se ve ningún animal de sangre caliente, sino que se escucha el canto de los grillos y el zumbido de moscas y cucarachas, ya que su ganadería es de insectos.
José Luis Sánchez ha puesto en marcha Entosur Insects Farm, una empresa que desde Níjar (Almería) se dedica a la producción de alimento vivo para insectívoros o animales que incluyan los insectos dentro de su dieta habitual, y en la que cría cuatro especies de cucarachas, cuatro de larvas y una de grillo.
Natural de Badajoz, cursó los estudios de Técnico Forestal y Grado en Ciencias Ambientales por la Universidad de Almería (UAL) y siempre tuvo una «inquietud emprendedora» que lo llevó a trabajar en la acuicultura e incluso trasladarse a Perú para trabajar en un proyecto de cría y reintroducción de una especie en extinción.
«las cucarachas tienen muy poca grasa y mucha proteína, a pesar de tener mala fama» defiende
«El problema de la acuicultura es que cada vez hay menos pescados en los mares y la harina de pescados sube más y más, lo que hace peligrar la sostenibilidad agrícola, ya que la alimentación supone un 70 por ciento de los costes de producción de peces; mientras que la soja también provoca daños medioambientales», explica.
Es por ello, apunta José Luis Sánchez, que una de las prioridades de este sector sea la de encontrar alternativas para «obtener una proteína más sostenible».
«Leí un artículo en el que proponían la cría de insectos, fui investigando y me metí en el mundillo», dice el joven empresario, a la vez que señala que «las cucarachas tienen muy poca grasa y mucha proteína, a pesar de tener mala fama».
Este insecto se destina principalmente a zoológicos y a la alimentación de reptiles, pero hay otros «prioritarios», a su juicio, como las larvas del ‘Tenebrio molitor’ -escarabajo del gusano de la harina- o de la ‘Hermetia illucens’ -mosca soldado-.
«La larva de la mosca doméstica es la que tiene más proteína, un 60 por ciento frente al 22 que tiene, por ejemplo, la ternera. Sin embargo, es una gran transmisora de enfermedades, pero la mosca soldado no, y tiene un 45 por ciento de proteínas y ácidos grasos poliinsaturados, como los del pescado o el aguacate», apunta José Luis.
parte de su trabajo se centra ahora en investigaR CÓMO incluir las larvas de mosca en la acuicultura
En este sentido, apunta que existen investigaciones en marcha para incluir estas larvas en la acuicultura y alimentar a lubinas y doradas, una línea en la que también aspira a trabajar en un futuro Sánchez, que ha firmado un contrato con la UAL para desarrollar un método que permita aumentar los ácidos grasos de la mosca soldado.
«Pretendemos aumentar dichos ácidos grasos a través de la alimentación y más adelante generar más cantidad de larvas para secarlas, molerlas y hacer harinas que sirvan de alimento para la dorada y la lubina», dice.
Sea como sea, este peculiar ganadero destaca las bondades de la provincia de Almería para la cría de los insectos, ya que «al ser de sangre fría, necesitan de una temperatura óptima y aquí tenemos inviernos y veranos suaves con temperaturas medias estables -apunta-«.
Todo ello sin olvidar que el pilar principal de la economía almeriense puede ser un potencial aliado de estos insectos, gracias a los «millones de desechos orgánicos de invernaderos que se tiran a vertederos a pesar de su calidad», que podrían servir como alimento de los mismos y así ahorrar costes en la compra de materias primas.