El consejero de Medio Rural, Jesús Oria, expresó la necesidad de cambiar algunos aspectos del programa nacional de tuberculosis bovina que pueden dañar la viabilidad de las explotaciones y para actualizar el baremo de indemnización por sacrificio obligatorio.
A su juicio, estas modificaciones son «una justa demanda del sector» expresada desde hace tiempo, en especial aquellas que afectan a la rentabilidad de las explotaciones.
Oria realizó estas declaraciones durante la inauguración de la jornada sobre la tuberculosis bovina y la situación actual en Cantabria que se ha celebrado en el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) de Torrelavega, informa el Gobierno en un comunicado.
cantabria reconoce que cada vez «resulta más complicado» poder encontrar soluciones a los fallos de la normativa
Compartió la preocupación de los ganaderos cuando aparece un diagnóstico positivo de la enfermedad y ha asegurado que su departamento «pone todo el empeño» en buscar cualquier posibilidad que ofrezca la normativa y el programa nacional, y poder flexibilizar su aplicación sin comprometer el objetivo final del programa.
Oria recordó que, nada más llegar a la Consejería en esta legislatura, se implantaron medidas de aplicación y el procedimiento de flexibilización, aunque confesó que cada vez «resulta más complicado» poder continuar en esa línea.
Por eso, desde la Consejería de Medio Rural ya se ha trasladado al Ministerio las dificultades que entraña la aplicación del programa y la necesidad de variar los aspectos que perjudican la viabilidad de las explotaciones y el baremo de indemnización de las reses sacrificadas.
Explicó que la situación sanitaria actual de la cabaña ganadera en Cantabria «es buena», aunque «quizás la percepción general no sea precisamente ésa».
Lamentó las medidas de control que conlleva y que provocan «no pocos dolores de cabeza» a ganaderos y Administración
El consejero recordó que en 2001, la brucelosis tenía valores superiores al 7 por ciento, mientras que hoy se manejan inferiores al 0,1%, añadiendo que en el caso de la tuberculosis resulta algo más complicado, «pues se trata de una enfermedad recurrente que presenta repuntes cada cierto tiempo».
Con respecto a la tuberculosis, Oria manifestó su preocupación por el repunte habido el año pasado, con datos de prevalencia de rebaño del 1,38% y que convierte a Cantabria, atendiendo a la clasificación establecida en el programa nacional, en una comunidad autónoma de «alta prevalencia».
Lamentó las medidas de control que conlleva esta situación y que provocan «no pocos dolores de cabeza» a ganaderos y a la Administración.
De todas formas, Oria informó que en Cantabria los datos «son mucho más favorables» que los existentes actualmente en otras comunidades autónomas, «lo que no debe descuidarnos en su control, teniendo en cuenta la relevancia que el movimiento pecuario» tiene en la región. A este respecto, cabe recortar que ASAJA ha propuesto un cambio de baremo para calibrar la prevalencia, ya que ésya viene determinada no por los casos, sino por el volumen de la explotación.
En la jornada intervino el jefe de área de la Subdirección General de Sanidad de la Producción Primaria del Ministerio de Agricultura, José Luis Saez Llorente, que trató de la evolución del programa nacional de tuberculosis bovina en España y sus perspectivas de futuro.
También participaron responsables técnicos de la Consejería y de sanidad animal en las universidades Complutense de Madrid y de Castilla-La Mancha.